“Mi fe no es un juego”: la polémica que desató la parodia a la última cena en los Juegos Olímpicos

“Mi fe no es un juego”: la polémica que desató la parodia a la última cena en los Juegos Olímpicos

El espectáculo “buscaba resaltar la diversidad y el papel influyente de la comunidad LGBTQ+ en Francia”, dijeron los organizadores. Sin embargo, fue duramente criticado por miembros de la Iglesia Católica.

En las últimas horas, la imagen de una cruz sobre los cinco círculos de los Juegos Olímpicos con la leyenda de “Mi fe no es un juego” y #BastaDeOfensas se viralizó en las redes sociales. La imagen fue compartida principalmente por miembros del catolicismo que expresó su enojo por un show que parodió la Última Cena. 

La inauguración de los Juegos Olímpicos de París provocó una fuerte controversia debido a una interpretación artística de “La Última Cena” que incluyó a drag queens, una modelo transgénero y el cantante Philippe Katerine.

Si bien el espectáculo “buscaba resaltar la diversidad y el papel influyente de la comunidad LGBTQ+ en Francia”, según los organizadores, fue duramente criticado por miembros de la Iglesia Católica.

La Conferencia Episcopal de Francia emitió un comunicado en el que destacó los “momentos maravillosos de belleza, alegría y emoción universal” de la ceremonia, pero expresó su profunda preocupación por lo que consideró “escenas de burla y mofa del cristianismo“. Los obispos recordaron a los cristianos de todo el mundo que pudieron haberse sentido heridos por lo que describieron como provocaciones innecesarias y exageradas.

Aunque la Iglesia no mencionó específicamente ninguna secuencia, la controversia se centró en un segmento titulado “Festividad”, que era una parodia evidente de “La Última Cena” de Jesucristo con sus apóstoles. En esta versión, los apóstoles fueron reemplazados por drag queens, una modelo transgénero y Philippe Katerine, quien apareció semidesnudo y con atributos que evocaban a Dionisos, el dios griego del vino y la fiesta.

Frente a la oleada de críticas, los organizadores defendieron la representación. Tony Estanguet, presidente del Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de París, subrayó que la ceremonia tenía la intención de mostrar los valores y principios franceses, con mensajes poderosos de sororidad y amor. “Queríamos lanzar un mensaje fuerte. Tenemos en cuenta a la comunidad internacional, pero era una ceremonia francesa, en París. Defendemos la libertad de expresión en Francia y queremos protegerla“, concluyó Estanguet.