Las intensas lluvias y ráfagas de viento del viernes causaron daños en distintos puntos de la provincia. Defensa Civil informó un total de 37 incidentes reportados.
El pasado viernes, la provincia de Mendoza enfrentó una jornada complicada debido a fuertes tormentas que provocaron diversos daños materiales.
Según el reporte emitido por Defensa Civil, tres departamentos se llevaron la peor parte: San Rafael, General Alvear y Luján de Cuyo.
El resto de la provincia no presentó incidentes destacados.
¿Cuál fue el departamento más afectado?
En San Rafael, las inclemencias climáticas causaron un total de 30 incidentes, convirtiéndolo en el departamento con más problemas registrados.
Entre los daños se incluyen:
- Ramas caídas: 12 casos.
- Árboles caídos: 5 casos.
- Postes y cables caídos: 6 casos cada uno.
- Filtraciones de techo: 1 caso.
El trabajo de las cuadrillas municipales se intensificó para despejar las calles y solucionar los inconvenientes reportados por los vecinos.
El departamento con menores daños
En General Alvear, las consecuencias de la tormenta fueron mucho más leves, con solo dos incidentes registrados:
- Ramas caídas: 1 caso.
- Árboles caídos: 1 caso.
A pesar de la baja cantidad de reportes, se mantuvo el monitoreo preventivo en la zona.

¿Qué pasó en Luján de Cuyo?
En Luján, el impacto de la tormenta también fue moderado, con cinco eventos reportados:
- Filtraciones de techo: 3 casos.
- Desborde de canal: 1 caso.
- Socavón: 1 caso.
Las autoridades locales se enfocaron en atender los problemas de infraestructura y garantizar la seguridad de los vecinos.
El informe final de Defensa Civil contabilizó un total de 37 incidentes en toda la provincia, según los datos recopilados por el Centro Operativo de Respuesta (C.O.R.).
Aunque los daños estuvieron concentrados en los tres departamentos mencionados, el resto de Mendoza no registró situaciones de gravedad.
Algunas recomendaciones
Ante fenómenos climáticos como este, Defensa Civil recuerda la importancia de mantener despejados los desagües, podar árboles en mal estado y asegurar elementos que puedan ser desplazados por el viento.
Estas medidas pueden ayudar a reducir los daños y riesgos en futuras tormentas.