La incertidumbre es una de las experiencias más desafiantes que enfrentamos los seres humanos. Vivimos en un mundo que cambia constantemente, y aunque buscamos controlar lo que nos rodea, hay aspectos de la vida que simplemente no podemos manejar. En esta nota, la palabra profesional.
La incertidumbre no solo genera ansiedad, sino que también pone a prueba nuestra resiliencia emocional. Sin embargo, aprender a convivir con lo incierto es esencial para nuestro bienestar mental. En esta nota exploraremos algunas estrategias psicológicas, para tolerar la incertidumbre y enfrentar la ansiedad que genera.
¿Por qué la incertidumbre nos genera ansiedad?
“La necesidad de certidumbre está profundamente arraigada en la naturaleza humana. Desde una edad temprana, aprendemos a buscar respuestas y a organizar el mundo de manera que nos haga sentir seguros. Esta tendencia a buscar control es una respuesta evolutiva que nos ha permitido sobrevivir. Sin embargo, en el mundo moderno, las situaciones de incertidumbre son frecuentes y, a menudo, inevitables”, sustenta la psicóloga Noelia Centeno.
-¿Por qué nos sucede esto y cómo podemos lidiar con ello?
El cerebro humano está diseñado para identificar patrones y hacer predicciones. Cuando nos enfrentamos a situaciones inciertas, el cerebro experimenta un alto nivel de activación, lo que puede generar sentimientos de ansiedad, miedo e incluso angustia. La ansiedad, entonces, se convierte en un mecanismo de defensa frente a lo que no entendemos o no podemos controlar. Esta respuesta natural, aunque útil en algunas situaciones, puede resultar contraproducente cuando se convierte en un obstáculo para vivir con tranquilidad.
La importancia de aceptar la incertidumbre
“Una de las primeras claves para manejar la incertidumbre es aceptar que no podemos controlar todo, sólo lo poco que dependa de nosotros”, sostiene Centeno.
-¿Es resignarse?
La aceptación no significa resignación, sino reconocer que la vida está llena de imprevistos, y que algunas situaciones escapan a nuestro alcance. Si bien es válido sentir miedo ante lo desconocido, resistirse constantemente a esta sensación solo incrementará nuestra ansiedad.
Tips para afrontar la vida
-Practicá la aceptación radical: La aceptación radical es una técnica utilizada en la Terapia Dialéctico Conductual (TDC) que invita a aceptar la realidad tal como es, sin intentar cambiarla inmediatamente. Se trata de reconocer lo que está fuera de nuestro control y centrarnos en lo que sí podemos influir. Este enfoque reduce el sufrimiento causado por la lucha constante contra la incertidumbre.
-Realizá ejercicios de mindfulness (atención plena): La práctica del mindfulness ayuda a enfocarnos en el momento presente y a disminuir la ansiedad relacionada con el futuro incierto. El mindfulness consiste en observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos ni tratar de cambiarlos. Esta práctica nos permite tomar distancia de las preocupaciones y vivir con mayor serenidad.
Replanteá tus pensamientos: Muchas veces, la ansiedad proviene de nuestras interpretaciones de los eventos. Si nos enfocamos en los peores escenarios posibles, es probable que nos sintamos abrumados. Es útil reestructurar estos pensamientos, enfocándonos en lo que podemos hacer para manejar la situación en lugar de anticipar lo peor. En lugar de pensar “no sé qué va a pasar, esto es terrible”, podemos decirnos: “no sé qué va a pasar, pero me siento capaz de afrontar lo que venga”.
Estrategias para tolerar la incertidumbre
“La tolerancia a la incertidumbre es una habilidad que se puede entrenar. Algunos consejos prácticos que pueden ayudarte a fortalecerla”, apuntó la psicóloga:
-Establecé rutinas flexibles: Aunque no podemos controlar el futuro, sí podemos crear hábitos que nos proporcionen estabilidad. Establecer una rutina diaria que incluya momentos de ejercicio, descanso y actividades que disfrutes, puede proporcionarte un sentido de control sobre el presente. La clave es mantener la flexibilidad, ya que la vida puede cambiar en cualquier momento.
-Practicá la tolerancia al malestar: La incertidumbre genera incomodidad, pero aprender a tolerar ese malestar es esencial. En lugar de tratar de evitar la ansiedad, podemos practicar aceptar su presencia. Esto se logra poco a poco, exponiéndonos a situaciones inciertas y dándonos permiso para sentir ansiedad sin dejar que nos paralice.
-Desarrollá una mentalidad de crecimiento: Adoptar una mentalidad de crecimiento significa ver los desafíos como oportunidades de aprendizaje. Cuando nos enfrentamos a lo incierto, podemos elegir la actitud con la que abordamos la situación. En lugar de ver los obstáculos como fracasos, podemos verlos como lecciones que nos permiten crecer y evolucionar.
-Limitá la exposición a noticias y redes sociales: La sobreexposición a información constante sobre lo que sucede en el mundo puede intensificar la sensación de incertidumbre y ansiedad. Establecé límites en el consumo de noticias y redes sociales para evitar la sobrecarga emocional. Dedicçá tiempo a actividades que te hagan sentir bien y te ayuden a desconectar.
Buscar apoyo cuando lo necesites
“Enfrentar la incertidumbre no tiene que ser un proceso solitario. Hablar con amigos, familiares o incluso un terapeuta puede ser una forma efectiva de procesar los miedos y preocupaciones. A veces, solo necesitamos escuchar una perspectiva diferente para reducir la carga emocional que llevamos”, aconsejó Centeno.
Al aceptar lo que no podemos controlar, practicar mindfulness, replantear nuestros pensamientos y desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas, podemos disminuir la ansiedad y vivir de manera más tranquila y resiliente. Recordemos que, aunque no podemos predecir el futuro, sí tenemos la capacidad de manejar nuestras respuestas emocionales ante lo incierto.