Lissa cambió el mundo del espectáculo por su más profunda vocación: la de ayudar a quienes lo necesitan desde la acción. La cantante contó que se quiere dedicar a la política y ya tuvo propuestas: “No están haciendo su trabajo”.
Siempre con un profundo sentido social que la caracteriza, Lissa Vera, miembro fundamental de Bandana, está alejada de la música hace unt tiempo. Su vocación real fue de fondo el poder ayudar a quienes la necesiten, y pueda tenderles una mano. Dueña de una personalidad fuerte, contó en una entrevista por streaming que desde hace un tiempo dedica parte de su vida a ayudar, junto a su hermano, en zonas vulnerables de Virrey del Pino en La Matanza.
“En este momento estoy repartiendo sandwiches y camperas en la calle porque hace frío y encima está lloviendo. Más allá de que los quiero mucho, no tiene mucho sentido lo que estoy haciendo ahora”, contó el año pasado la exparticipante de Cantando 2020 y El Hotel de los Famosos en diálogo con el portal Teleshow.

Así las cosas, en las últimas horas reveló que fue convocada por un partido político para involucrarse de otra manera en la cuestión social. “No estoy haciendo nada nuevo dentro de la música. De hecho, mi energía está en otro lado: yo estoy haciendo eso, llevando comida a la gente de la calle, tratando de visibilizar lo que pasa en los hospitales de La Matanza. Estoy haciendo política”, dijo este martes en diálogo con el programa Puro Show (El Trece).
“¿Te gustaría tener un cargo político?”, le preguntó uno de los panelistas del ciclo. “Honestamente, los que están, no están haciendo su trabajo. Así que me cansé de mirarlo por la tele y de padecerlo”, dijo la cantante. Y luego reveló que recibió una convocatoria de parte de un importante espacio político. “Hace unos días se comunicaron conmigo del PRO. Me tengo que juntar con ellos, pero sí hubo un llamado. Y bueno, vamos a ver, porque en definitiva lo que se necesita es que se haga algo. Los vecinos la pasamos mal”, caracterizó Lissa.
Caras fiables
“Es que sí, la gente quiere caras nuevas. No sé si soy la indicada, pero yo estoy mostrando lo que sucede. No es que yo bajo de una nave espacial. Tenemos que conversarlo”, cerró la cantante acerca del tema.
“Esto es una cosa mía y estoy demasiado compenetrada con ayudar a la gente que realmente lo necesita”, se sinceró Lissa, quien junto a Lowrdez se siguen presentando en forma de dúo con el nombre de Bandana con el que se hicieron famosas. “Por ahí ir al programa sería medio caretear algo que en este momento no me está saliendo natural. No quiero que se malinterprete, pero mi cabeza está en otro lado”, había dicho Vera sobre sus razones para decirle “no” al evento que organizó el año pasado el canal de streaming Olga al producir el Bandana Day.
El fenómeno “Bandana”

Lissa Vera vivió veinte años atrás uno de los éxitos más arrolladores: Bandana, la girl band que fue una sensación en todo nuestro país y Latinoamérica, surgida del reality que producía Gustavo Yankelevich, Popstars, en 2001.
Del riguroso casting Lissa -que aquel entonces usaba su pelo con rastas- quedó seleccionada junto al resto de sus compañeras: Ivonne, Virginia, Lowrdez y Valeria. Sus hits sonaban en las radios y en los canales de música, en tiempos en los que las redes sociales aún no existían. Eran invitadas a los programas de televisión y llegaron a rodar una película, Vivir intentando.
Las chicas hacían giras por todo el país y Latinoamérica, presentaciones en boliches y no paraban: el público las idolatraba y llegaron a grabar 5 discos. No obstante, se vivía una época en la que se hablaba del cuerpo ajeno de una manera que no es la de hoy y donde los parámetros de delgadez extrema eran el objetivo a seguir: “La tele y el público decían que éramos obesas”, recordó en una entrevista en la que habló de aquellos viejos dolores.
Mamá por dos
En septiembre de 2013, a los 32 años, Lissa fue mamá por primera vez: el 6 de septiembre nació Catalina Donatella, junto a su pareja de aquel entonces, Sebastián González Cordero.
Tiempo después esa relación terminó y ella comentó en una oportunidad: “Me separé del padre de Catalina y pensé que no iba a tener más hijos, sobre todo porque me costó mucho quedar embarazada de ella. Tengo una buena relación con el papá de mi hija, pero fue triste que se terminara. No funcionaba, lloré hasta morir durante dos meses seguidos. Cuando se me terminó la última lágrima, reseteé y seguí. Siempre me sucede eso”.
Luego Lissa contó que conoció a quien fue su nueva pareja y papá de su segunda hija: “Empecé a hacer boxeo después de que me separé del papá de Cata, y ahí conocí al papá de Delfi. Fue bastante rápido. Empezamos a entrenar juntos, pegamos buena onda y me enamoré”.