Es una historia de superación que conmueve a toda la provincia. El año pasado, Rocío Barbera vivió el peor año de su vida, en pocos meses perdió a sus padres y luego falleció su hijo quien padecía parálisis cerebral. A pesar de todo esto, en diciembre rindió la última materia para recibirse como profesora.
Rocío dialogó con Cada Día y explicó: “Con 32 años sufrí los dolores más grandes que pueda pasar una persona" y prosiguió: "la fuerza me la daba mi hijo. Cuando no estaba más dije ya no más. Pero después me puse a pensar como no puedo seguir".
El año trágico para Rocío comenzó en mayo con el fallecimiento de su mamá víctima de coronavirus. Luego a los días, los primeros días de junio, falleció su papá. Meses después, su hijo Valentino, de 12 años falleció tras una descomposición.
Luego del dolor, Rocío pensó en sus familiares y tomó fuerza: "ellos me ayudaron desde el momento que nació Valentino, me acompañaron en todo el proceso. Eso me dio las fuerzas para seguir adelante".