Autoridades italianas hallaron a una mujer de 70 años muerta en su casa de la ciudad Combo, en Lombardía. El cuerpo estaba sentado en una silla de la cocina y llevaba ahí aproximadamente dos años.
Al parecer, la mujer -identificada como Marinella Beretta- no tiene familiares. Vivía sola en esa casa que se la había vendido con el beneficio de usufructo a un hombre de nacionalidad suiza.
Los vecinos notaron que en la puerta de la vivienda se acumulaban facturas e impuestos por pagar, pero pensaron que Beretta se había mudado.
En los últimos días, los vecinos de las casas aledañas se quejaron porque los árboles estaban muy crecidos y empezaban a dañar sus viviendas. Se comunicaron con el hombre suizo para hacer el reclamo. Este, al no poder localizar a la septuagenaria, llamó a la Policía.
Los uniformados ingresaron a la vivienda y hallaron a la mujer, no tenía rastros de violencia, la casa estaba en orden y las puertas cerradas por dentro.
La principal hipótesis es que Beretta murió por causas naturales o probablemente de una enfermedad fulminante, que no la dejó levantarse ni a pedir auxilio.