Tras el proyecto enviado por El Ejecutivo que "obliga" a los presos a trabajar, se armó un intenso debate sobre las condiciones de los reclusos en la provincia. Mientras algunos opinan que son tratados con rudeza otros creen que se debería ser más severos con ellos.
En China, un ex prisionero del campo de trabajos Jixi indicó al diario inglés The Guardian que los prisioneros son obligados a jugar el juego World of Warcraft por horas y horas, recolectando oro virtual, para que luego los guardias de la prisión lo vendan y se queden con las ganancias.
Este recluso relató que se pasaba días cavando hoyos y quebrando piedras, mientras que en las noches jugaba World of Warcraft y, aunque jugar debería ser divertido, la experiencia no fue buena para el prisionero. Según dijo, unos 300 reclusos participaban en esta "pandilla virtual", jugando en turnos de 12 horas. "Los computadores nunca se apagaban", dijo t agregó que, según sus cálculos, los guardias ganaban con eso unos 930 dólares por día.
En Tailandia la cosa es peor, en la prisión de Bangkwang, una de las peores del mundo situada en Bangkok, existe la pena de muerte y además todos los presos tienen grilletes en las piernas durante los primeros tres meses de su condena. Según algunas fuentes, los condenados a muerte tienen sus grilletes soldados permanentemente. Según declaran los reclusos, el roce del metal provocaba heridas y al infectarse dolían mucho.
Situación notablemente opuesta, es la que sucede en Suecia. En el país del norte de Europa están cerrando cáraceles por falta de condenados. Si bien las autoridades dicen desconocer a qué se debe la poca cantidad de presos en el país, el jefe de los Servicios Penitenciarios, Nils Öberg, señaló que el foco está puesto en la rehabilitación de los criminales. "Creemos que los esfuerzos que hemos invertido en la rehabilitación y en la prevención del crimen han tenido un impacto, pero eso no explica por completo la baja", aclaró.
Estados Unidos es el país con más presos en todo el mundo, cuenta con más de un millón y medio de adultos cumpliendo condena en las cárceles del país o, lo que es lo mismo, casi el 25% de la población carcelaria del mundo. Muchos de ellos trabajan entre rejas para grandes compañías norteamericanas, debido a que la superpoblación de las penitenciarías estatales llevó a la Administración a promocionar la iniciativa privada.
Empresas como Microsoft, Boeing, Starbucks o Victoria’s Secret se encuentran entre el grupo de compañías que han usado mano de obra de los reclusos, directamente o por medio de subcontratas.
Los reos norteamericanos trabajan por salarios mínimos, así que en EE.UU. la privación de libertad no significa que uno deje de ser un individuo rentable. Es más, los reos se convierten en individuos extremadamente rentables. El negocio resulta ser redondo, ya que el Gobierno otorga beneficios a aquellas compañías que emplean a presos.
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