Alejo Arias González es un joven de 24 años oriundo de Rivadavia que está detenido en El Salvador acusado de integrar una banda colombiana que lava dinero. Su familia está desesperada por la liberación del joven y su pronto regreso. Es por eso que en las últimas horas hicieron trascender una carta dirigida al Presidente Bukele pidiendo clemencia.
Sus padres, Mauricio Arias y Sandra González, explicaron que el joven mendocino quedó detenido e incomunicado el pasado 14 de julio. Le sacaron su celular, su pasaporte, DNI y todas sus pertenencias. Desde ese momento quedó alojado en una cárcel de régimen estricto en Usulután.
Sandra explicó que Alejo se fue al país centroamericano para trabajar en las oficinas que la empresa Credit Express tenía en valles privados.
"Mi hijo no sabía que no estaban asentados, porque él fue a una propuesta de trabajo donde le iban a dar un permiso para poder trabajar allá y, bueno, obviamente le pagaban también el alquiler", contó.
Y agregó que su hijo fue víctima de promesas engañosas. "A Alejo le hicieron la propuesta, le pagaron el pasaje para que fuera a trabajar y que cuando llegaba ahí iban a arreglar todo. Ahí le dijeron que iba a estar en la parte de cobranzas".
El joven logró comunicarse con sus padres a través de la Cancillería Argentina, que comunicó que habían visitado a Alejo y que se encontraba en buen estado de salud hace 15 días a atrás. Ahora sus padres mantienen la esperanza de que esta carta pueda llegar.
“Acudo ante Usted, en su carácter de Presidente de la República de El Salvador, a presentar especial Pedido de Clemencia en favor de nuestro compatriota Alejo Octavio Arias González, ciudadano argentino que viajó a vuestro país con visa especial por 6 meses contratado para trabajar legalmente en una empresa financiera, y que se encuentra detenido en el Centro Penal de Jucuapa desde el 27 de julio de este año”, inicia la carta mandada.
Además, afirma que se trata de una “cuestión humanitaria” que conmociona a toda la provincia de Mendoza y del país. Los padres aseguran que su hijo viajo exclusivamente para ser empleado en una empresa financiera y que desconocía el fin último de esta.
“Otro de los problemas que tiene Alejo Octavio Arias González es que comparte alojamiento carcelario con los ciudadanos colombianos dueños de la empresa prestamista que fueran sus jefes, y es por eso que el silencio obligado que debe mantener para así resguardar su vida dentro de la cárcel puede costarle muchos años de su vida encerrado”, dice el documento.
Además, indicaron que Alejo es un "ciudadano modelo" en Argentina, ya que no cuenta con antecedentes penales, era un estudiante universitario y que por la situación económica que atraviesa el país fue que decidió tomar esta oportunidad laboral, que solo sería por 6 meses.
"Es así que Alejo vendió su automóvil para poder comprar el pasaje hacia El Salvador y fue entonces cuando comenzó a trabajar y ahorrar para volver a su país, hecho que iba a concretar a fin del mes de julio, pero no llegó a realizarlo dado que fue detenido a mitad de ese mes”, agrega.
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