Otra vez, un caso de extrema violencia deja a un chico con muerte cerebral. Lázaro, de tan solo 13 años, fue emboscado por 16 jóvenes que le dieron una brutal golpiza.
Este caso recuerda al de Lautaro Alvaredo, el joven que recibió una patada en la cabeza tras una pelea afuera de un boliche en Laferrere y por lo que ahora tiene muerte cerebral, o al de Fernando Báez Sosa, que murió golpeado un grupo de rugbiers a la salida de un boliche en 2018.
En todos los casos media la violencia extrema y deja como saldo muertes o muertes cerebrales.
Lázaro fue embestido en Córdoba el domingo por la noche, en la plaza del barrio Alto Alberdi. Los médicos advirtieron que el "daño cerebral es irreversible".
El adolescente permanece en estado de coma en el Hospital de Niños de la provincia.
"Lo golpearon hasta provocarle hundimiento de cráneo y lo dejaron en coma. Está grave, luchando por su vida. Uno le pegó con un ladrillo en la cabeza y se lo dejó marcado", dijo a medios locales Mariela Cardozo, su madre.
Y agregó: "En el último parte dijeron que el daño cerebral es irreversible. Hay un alto riesgo de que pierda la vida, aunque me aseguraron que van a hacer todo lo que esté a su alcance para que eso no pase".
"Lo que hicieron no tiene nombre. No solo le pegaron el ladrillazo, sino que también le pegaron una patada en la cabeza", sumó su papá.
Los 16 agresores fueron identificados gracias a las cámaras de seguridad de la zona, pero aún no han sido detenidos.
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