En abril, Elizabeth Ventura, la esposa del médico asesinado, declaró que en la mañana del crimen estaba en gimnasia y que no había estado junto a su marido.
Pero los investigadores desconfiaron de la reacción de la mujer cuando le comunicaron que habían asesinado a su esposo.
Posteriormente, otros indicios hicieron que la fiscal Claudia Ríos comenzar a investigar a la esposa y a su entorno; sobre todo, después que la profesora de gimnasia declarara que Elizabeth llegó tarde ese día a clases.