La incertidumbre económica, la falta de regulación en el sector y la eliminación del subsidio hicieron que el precio de la garrafa en Mendoza aumentara un 120%. Pasó de costar entre $5.000 y $6.000 a $13.000.
Según los comerciantes del rubro, el aumento se debe a varios factores, entre ellos la incertidumbre económica, la falta de regulación en el sector y la eliminación de subsidios por parte del gobierno nacional. Estos elementos han provocado precios más altos.
Los vendedores también advierten que podría haber otra suba en febrero, lo que generaría más dificultades para los usuarios. Muchos de ellos ya han manifestado su descontento y su imposibilidad de acceder al producto, ya que el dinero no les alcanza. Algunos incluso han optado por dejar de comprar garrafas.
La situación es especialmente grave para las familias mendocinas que no tienen acceso al gas natural, ya sea porque viven en zonas donde no hay red o porque la crisis los obligó a cortar el servicio. Estas personas son las más vulnerables y las que más sufren el impacto del aumento de la garrafa, que es un bien esencial para su calidad de vida.
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