Un año pasó desde que Violeta Trujillo lanzó Inmarcesible, un disco personalísimo producido musicalmente por Leandro Lacerna y Paula Neder. Y en ese tiempo de siembra y de cosecha, su obra se multiplicó en diferentes direcciones. “Este primer año me trajo oportunidades de compartir con artistas increíbles y de formar un equipo de trabajo que me respalda y me potencia”, dice la joven cantante, pianista y compositora, quien se sumó como sesionista a diversos proyectos musicales, participó en el Festival Plus + Arte y recientemente fue elegida para abrir el show de Ismael Serrano.
Durante este intenso recorrido, Violeta formó, también, su propia banda. Un ensamble sensible y potente integrado por artistas que quiere y admira “desde la cabeza hasta los pies”: Mariana Paräway, Romina López y Lacerna.
“Lo bonito de esta banda es que los tres son productores, lo que genera una sensibilidad y un criterio muy fino a la hora de crear en pos de que la obra se expanda. Su generosidad a la hora de compartir sus experiencias y trayectorias con tanta apertura es algo que me inspira muchísimo”, cuenta la artista de 19 años.
Acompañada por este trío, y su equipo técnico y artístico, Violeta celebra este primer año de Inmarcesible el jueves 18 de agosto, a las 21, en la Sala Chalo Tulián de la Nave UNCUYO. Las entradas ($700 anticipadas; $900 en taquilla) se pueden adquirir en EntradaWeb.
“Haremos un recorrido por las canciones de mi álbum, llevando a nuevas tímbricas sus contrastes de luz y oscuridad. Pero además sonarán canciones de un nuevo disco que se encuentra en proceso de producción”, anticipa Violeta sobre el espectáculo en el que Noelia Torres aportará su arte al diseño de luces, Joana Ortega estará una vez más a cargo del vestuario y la puesta escénica, y Soy El Equipo, de la producción general.
En su nuevo material, Violeta vuelve a dejar en manos de Lacerna la producción y también cuenta con la preproducción de Neder, actualmente radicada en Colombia. “Siento que es un disco un tanto más complejo, con otra búsqueda desde lo literario y, sobre todo, desde lo rítmico y tímbrico. Está siendo un gran desafío y un proceso de mucho trabajo que va a demorar quizá más de lo que esperaba pero estoy segura de que va a valer la espera”. Este universo sonoro llegará acompañado por una propuesta visual y estética co-creada junto a Joana Ortega.
Pero hay más. La compositora alterna las intensas horas de estudio con otros proyectos. “Sigo trabajando como sesionista en otros proyectos de amigues y colegas; y tengo programado un show a fin de año develando aún más de todo lo nuevo que suena”.
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