Susana Benítez entró a su casa el pasado 11 de marzo al mediodía y se encontró con una situación muy violenta: sus dos hijos varones la atacaron.
Primero el mayor, de 30 años, la golpeó, para que luego el menor, de 25, le vaciara un termo con agua hirviendo en la cabeza. La mujer les había pedido que le devolviera un departamento que le había prestado cuando estaba en una situación económica difícil.
"Llego de hacer un mandado y delante mío entra mi hijo mayor. Yo tengo un pasillo de 20 metros de largo y noto que él iba disminuyendo la velocidad, empiezo a hacer lo mismo para evitar problemas y cuando llegamos al patio en donde él tenía que irse a su departamento y yo al mío, escucho que su concubina le dice algo que no alcancé a interpretar. Cuando llego a la puerta de mi casa, lo que traía se me cae y cuando lo voy a levantar, empiezo a sentir agresiones verbales cada vez más fuertes. Cuando me doy vuelta automáticamente recibo un cachetazo. Continuó con las agresiones verbales y me vuelve a dar otro cahcetazo. Yo respondo, pero se atravesó su pareja y se lo doy a ella. Ahí se enfureció más y me tomó del cuello y aparece mi otro hijo desde el fondo, que me tiró agua hirviendo. Tenía la cara, el cuello y la espalda quemada, incluso en el cuero cabelludo tenía ampollas", relató Susana al diario ElDía refugiada en la casa de un familiar, y sentada junto a su hija. Pero lo que todavía no deja de retumbarle en la cabeza fue cuando su hijo mayor le dijo al hermano: "che bol . . ., me estás quemando", y descargó el resto del agua en la frente de su madre.
Susana intentó entrar como pudo a la casa, pero su hija Sofía de 19 años, que estaba dentro del departamento, escuchó que algo estaba sucediendo. "Lo primero que atiné a decir cuando salí fue preguntar qué estaba pasando, porque en sí nosotros no nos comunicábamos el uno con el otro. No teníamos relación, y ahí ella me dice que la habían quemado", contó la joven.
La joven encontró a su madre tirada en el piso y cuando intentó auxiliarla, recibió un empujón contra la puerta a la que le habían roto el vidrio y se cortó el labio superior, el hombro, el codo y el antebrazo.
Susana, que vive en Gualeguaychú, viene de una historia familiar violenta, ya que el padre de los chicos le pegaba constantemente.
Tras el ataque llamaron a la Policía, pero sus hijos también lo hicieron, asegurando que la hermana menor se había querido suicidar. Sin embargo la Policía detuvo a los dos hombres por pedido de una fiscal, pero un Juez dejó en libertad a los dos hombres que volvieron a la vivienda.
Es por eso que las dos mujeres no pueden volver a su casa y están esperando que la Justicia resuelva a su favor. Mientras tanto viven en la casa de un familiar.
Mirá el testimonio de la mujer