Una araña picó a una embarazada de 7 meses en la panza

Durante el embarazo, las mujeres extreman los cuidados en su salud, pues deben tener en cuenta que ahora no sólo cuenta su bienestar, sino el de otra vida.

Pero hay ocasiones que, por más cuidados que se tengan, suceden accidentes que ponen en riesgo su vida.

Este es el caso de Kendall Butler, que esperaba su segunda hija, Angel, y a los 7 meses pasó un momento muy peligroso.

La joven estuvo todo un día preparando el cuarto de la niña, ordenando los juguetes y ropa que la niña podía utilizar. Cansada del esfuerzo que realizó, se acostó a dormir tranquila.

Pero en la mañana siguiente, la mujer se despertó con un punzante dolor en su estómago y vio una enorme araña en la cama y la ahuyentó. E inmediatamente se dio cuenta que la araña estaba justo en su panza y que el dolor podía ser de la picadura.

Inmediatamente salió a ver al doctor y allí se dio cuenta que no la había picado cualquier araña, sino una de las más venenosas de todas: la araña reclusa parda.

Su veneno destruyó la piel en la zona donde le picó y comenzó a quemarla. Los días posteriores la herida comenzó a crecer a pesar de que los doctores detuvieron el efecto del veneno y evitaron que se esparciera en el cuerpo de Kendall.

Cuatro semanas después del incidente, Kendall aún no se recuperaba de la picadura y comenzó a sentirse muy tensionada, ya que hay muchas enfermedades que los insectos pueden causar en el embarazo y generar complicaciones.

Pero por suerte, Angel nació en un excelente estado de salud.

La cicatriz que le quedó en el estómago fue muy grave, le dejó un hueco gigante y necesitó de una cirugía para remover el tejido dañado.

“El hueco se metió en mi estómago como si un caballo me hubiera pateado y el tejido de la cicatriz era muy duro” contó Kendall “Toda la sección tuvo que ser removida y por suerte tras la cirugía parecía que no me había pasado nada”.

¿Cómo actuar ante una picadura?

Los medicos recomiendan que, si somos picados por una araña, hay que lavarse la zona con agua caliente y jabón, para luego lavar nuevamente con agua fría y colocarse compresas durante unas horas.

Si no cesa el dolor y te sentís mal (dolor de cabeza, vómitos, descompostura), tenés que ir a ver un doctor.