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Un negocio familiar y trabajaba con su hijo: la historia del kiosquero asesinado que conmueve al país

Roberto Sabo, de 45 años, padre de dos hijos, fue asesinado a balazos cuando una pareja de delincuentes armados intentó robarle en su kiosco de la localidad bonaerense de Ramos Mejía. Herencia de su padre, el comerciante siguió con el negocio que atendía con su hijo.

8 de noviembre de 2021 | 11:40

El país está conmocionado por el asesinato de un kiosquero mientras estaba trabajando. 

Roberto Sabo, de 45 años era padre de dos hijos, fue asesinado a balazos cuando una pareja de delincuentes armados intentó robarle en su kiosco de la localidad bonaerense de Ramos Mejía.

Según relató Crónica, el negocio era herencia de su padre. Nos arruinaron", lamentó su familia, que encabezó un reclamo por justicia que terminó en disturbios con las autoridades policiales. 

El asalto fatal ocurrió este domingo cerca de las 14 cuando un joven ingresó al kiosco, en Avenida de Mayo y Alvarado, en la zona comercial de esa localidad del partido de La Matanza, y asesinó a Sabo a tiros. El dueño del comercio murió casi en el acto y, según los primeros informes médicos, presentaba seis orificios de bala.

Un testigo fue quien alertó a la Policía cuando el asesino salió del local y se fugó en un Ford Focus color negro, que había sido robado minutos antes y a mano armada a un remisero que se encontraba por la zona, informaron fuentes policiales.

Los voceros señalaron que los dos delincuentes que iban en el auto chocaron contra un árbol en el cruce de las calles Saavedra y Alvear, por lo que ingresaron a un supermercado con la intención de simular unas compras y cambiarse la vestimenta para no ser reconocidos.

Efectivos de la Comisaría 2° de Ramos Mejía, de la Subestación Oeste de La Matanza, en tanto, fueron alertados minutos después que los mismos sospechosos le robaron la moto a un delivery, por lo que rápidamente iniciaron un operativo cerrojo que finalizó con la detención de la pareja en Avenida de Mayo y Rivadavia.

Los detenidos fueron identificados como Leonardo Daniel Suárez (29), con domicilio en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y una adolescente de 15 años, que reside en el barrio Ejército de los Andes, más conocido como Fuerte Apache, en Ciudadela.

En su poder encontraron cinco teléfonos celulares, dinero en efectivo, un revólver calibre 22 con cuatro vainas intactas y una servida.

La causa quedó a cargo del fiscal Federico Medone, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática de Homicidios del Departamento Judicial La Matanza, quien caratuló al hecho como “homicidio en ocasión de robo”.

Familiares, amigos y vecinos concentraron en la tarde del domingo frente a la comisaría de Ramos Mejía para pedir justicia por el crimen del kiosquero, quien era padre de dos hijos, de 18 y 25 años.

Pedro Sabo, padre de Roberto, aseguró que “le arruinaron la vida” a él y a su familia y pidió que los delincuentes “no salgan más”. “No sé qué vamos a hacer porque estamos llenos de delincuentes. Mañana voy a ir a trabajar y me van a matar a mi también”, dijo entre lágrimas al canal Todo Noticias.

El padre de Roberto trabaja en la misma cuadra desde hace 40 años, contó en medio del dolor. Luego, el kiosco fue heredado por su hijo, quien lo atiende junto a uno de sus nietos. 

"Empecé hace 40 años, trabajaba enfrente. De a poco lo ayudé con el kiosco, después me retiré porque me jubilé y ahora sigue él con mi nieto. Y ahora no sé qué vamos a hacer. No sé si mañana voy a trabajar y me matan a mí también”, apuntó.

 

 

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