Un muerto y más de 11 mil evacuados y autoevacuados dejaron las fuertes lluvias que caen desde hace nueve días en cinco provincias del sur, centro y norte del país, mientras se aguardan más tormentas para el fin de semana en otras zonas no inundadas como el sur de Córdoba y noroeste bonaerense.
La primera víctima fatal de los temporales se registró este viernes en Comodoro Rivadavia. Se trata de un enfermero de 44 años quien fue arrastrado por el agua.
#comodororivadavia comodoro rivadavia bajo el barro y el agua de la lluvia 7/4/2017.3000 mil evacuados y 6000 autoevacuados pic.twitter.com/WJSMdTXje2
— j51n69 (@j51n69) 7 de abril de 2017
Las fuertes lluvias dejaron además pueblos y barrios enteros aislados donde no se puede acceder por tierra por la destrucción de los caminos vecinales, mientras se calculan pérdidas millonarias para el sector agropecuario.
Las provincias más afectadas son Chubut - y en particular Comodoro Rivadavia- La Pampa, Tucumán, Salta y Santiago del Estero, aunque el efecto de las crecidas de ríos y arroyos perjudican también a localidades catamarqueñas y jujeñas, donde hay decenas de familias asistidas que no abandonan sus hogares.
En Tucumán, la situación no mejora en La Madrid, el pueblo de 5000 habitantes que fue evacuado en su totalidad al quedar completamente anegado. Allí son 900 las personas todavía afectadas mientras quedan otras mil en diferentes ciudades de la provincia como Simoca y La Cocha.
El gobernador Juan Manzur, solicitó al gobierno nacional una ayuda financiera para hacer frente a esta situación extraordinaria además de gestionar el envío de $130 millones del fondo del tabaco para ser distribuidos entre los productores tabacaleros que perdieron sus cosechas debido a las lluvias.
Manzur estimó que se necesitarán unos $600 millones para reparar caminos y viviendas dañadas por las aguas, entre otros trabajos que deberán encararseuna vez que la situación se normalice.
El viceintendente de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, dijo a Télam que son 3 mil los evacuados, sin contar a los más de 5 mil autoevacuados en toda la provincia. "Comodoro pasó de ser una zona de emergencia a desastre debido a que se incrementaron los milímetros de agua caídos ayer y durante la madrugada", explicó el funcionario.
En La Pampa a raíz de las inundaciones fueron cortadas al tránsito las rutas nacionales 188 y 35, mientras que por las nuevas precipitaciones registradas este viernes, el intendente de Santa Rosa, Leandro Altolaguirre, pidió a las autoridades provinciales ayuda para evacuar la totalidad del barrio Almafuerte, uno de los más comprometidos por el agua.
"Hay vecinos inundados desde hace casi una semana, pero aún permanecen en sus casas por temor a robos", señaló el intendente Altolaguirre.
Altolaguirre destacó que la declaración de la Emergencia de Catástrofe Climática en Santa Rosa "permite trabajar en soluciones habitacionales, pero no en cuestiones de salud, facultades privativas del Ejecutivo Provincial, por lo cual se efectúa la solicitud en resguardo de las familias" de Almafuerte.
En Salta hay 250 personas evacuadas en las localidades de San Martín, Orán y Rivadavia lo que obligó al gobernador Juan Manuel Urtubey a declarar el sábado pasado la Emergencia Hídrica, Social y Sanitaria.
"Es algo extraordinario, no es normal esta cantidad de precipitaciones", dijo a Télam el ministro de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario de Salta, Luis Gómez Almaras, quién se desempeña como presidente del Comité Permanente de Emergencia.
El funcionario precisó que en la semana pasada en algunas comunidades cayeron hasta 300 milímetros de agua en apenas 12 horas.
En la ciudad santiagueña de La Banda, ubicada a 7 kilómetros de la capital provincial, aún se registran más de 120 evacuados en el Centro Integrador Comunitario San Carlos, ubicado en una de las zonas más afectadas por los desbordes del caudaloso río, al igual que los barrios La Bajada y Salta.
En el lugar, cuadrillas municipales y del Consejo Provincial de Vialidad trabajaban en la construcción de nuevas defensas y terraplenes de tierra para evitar que el agua ingrese a las viviendas construidas a la ribera del río Dulce.
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