Un estudio de dos investigadores del CONICET, Damián Ramajo y Santiago Corzo, demuestra como actúa el coronavirus en el transporte público.
La idea es disminuir la transmisión de Covid 19 por aerosoles y partículas balísticas (grandes gotas) que uno exhala cuando estornuda, habla o tose.
Para este estudio se toman tres pilares fundamentales, usar barbijo, no hablar durante el viaje y mejorar la ventilación.
El último punto es quizás el que mayor explicación requiere, según los investigadores del CONICET, los colectivos necesitan tener 2 ó 3 ventanas abiertas atrás y 2 ó 3 ventanas abiertas en el frente para así generar la correcta circulación mientras el vehículo circula.
La succión que genera en movimiento hace que el aire ingresa por el fondo y salga por el frente, por eso en este estudio recomiendan dos medidas: Una es que una sola ventana abierta no sirve para mitigar los contagios y la otra es que como es una unidad en movimiento la ventilación cruzada carece de sentido, a diferencia de lo que se recomienda para una vivienda, en donde el viento genera la corriente de aire en dos ventanas enfrentadas entre sí.
Los escenarios que analizó el estudio
- Las gotas grandes o “balísticas” son más pesadas, caen rápido por los efectos de la gravedad y tienen la capacidad de proyectarse. Los aerosoles son partículas más pequeñas que, arrastradas por las corrientes de aire, viajan hasta ocho metros de distancia, son invisibles para el ojo humano y pueden quedar suspendidas en el ambiente por varias horas.
- Cuando un pasajero habla genera de forma permanente partículas grandes y aerosoles que, en este escenario, comienzan a concentrarse a su alrededor. La gran mayoría se trasladará hacia adelante a medida que la persona continúa hablando, mientras que otras quedarán adheridas al techo, piso y otras superficies del colectivo.
- Si se enciende el sistema de aire acondicionado, algo que está desaconsejado desde el inicio de la pandemia, las partículas virales se dispersan con mayor facilidad y llegan a todos los rincones del colectivo.
- En este escenario las partículas comienzan a concentrarse sobre la cabeza de los pasajeros, pero como algunas salen al exterior, la cantidad dentro del colectivo va a ser menor. Sin embargo, muchas otras continúan circulando en el interior de la unidad y algunas quedan pegadas en las superficies del vehículo.
- El n95 y el quirúrgico son los más eficaces: dejan pasar menos del 0,1% de las partículas emitidas. El tapabocas casero, en tanto, puede filtrar el 50%. En todos los casos, la utilidad dependerá del material y del correcto ajuste a la cara. Mantener silencio durante el transcurso del viaje es otra forma de reducir la transmisión del coronavirus. Al respirar, se emiten entre dos y cinco veces menos partículas que al hablar, por lo que permanecer callados durante el viaje es un modo más de colaborar en la mitigación de riesgos.