De acuerdo con el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) al menos 58 civiles, entre ellos 11 niños, murieron este martes por la mañana en un bombardeo aéreo que emitió gas tóxico en Jan Sheijun, una ciudad ubicada al noroeste de Siria.
Según la ONG, los civiles murieron por asfixia, y decenas más sufrieron problemas respiratorios y otros síntomas. Además, sostuvo que, de acuerdo a fuentes médicas en el terreno, se habían producido desmayos, vómitos y las víctimas echaban espuma por la boca. Aún se desconoce qué tipo de gas se utilizó.
El Observatorio, con sede en Londres, pero con una amplia red de informantes sobre el terreno, ha atribuido el bombardeo a aviones del Gobierno de Bashar el Assad y Rusia.
La Unión Europea sostiene que el régimen de Basher al Assad es el “principal responsable” del ataque. A la vez que el Gobierno ruso negó haber tenido participación en el ataque.
Por su parte, las fuerzas de Al Assad rechazaron haber usado armas químicas, aduciendo que se las entregó a la comunidad internacional en virtud del acuerdo suscrito con Rusia y Estados Unidos para su destrucción controlada.
Naciones Unidas ha acusado a todas las partes en conflicto de usar agentes tóxicos en la guerra, cuyas víctimas son mayoritariamente civiles. La oposición siria pidió al Consejo de Seguridad de la ONU que abra una investigación inmediata sobre el ataque.
De acuerdo con el diario El País, el ataque se produce pocos días después de otro similar denunciado por Médicos Sin Fronteras en la provincia de Hama, que dejó al menos 50 heridos sin que se determinara el tipo de agente toxico al que fueron expuestos.