Búsqueda De Paradero

Un año sin Tehuel: la desesperación de su padre para que no dejen de buscarlo

Consternado por la situación, Andrés de la Torre dijo que "la investigación está parada" y que su familia "se siente sola para encarar la búsqueda". Cree que su hijo pudo ser secuestrado por una red de trata de personas.

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Redacción ElNueve.com
7 de marzo de 2022 | 22:38

El padre de Tehuel de la Torre, el joven trans que fue visto por última vez el 11 de marzo de 2021 en la localidad de San Vicente, sostuvo que existen indicios de que su hijo pudo ser secuestrado por una red de trata de personas y pidió "la intervención de la justicia federal en el caso", aunque reconoció que "será muy difícil encontrarlo algún día".

Sin embargo, fuentes judiciales aseguraron que la hipótesis más firme es que se trató de un asesinato y afirmaron que "no hay pruebas suficientes para considerar la posibilidad de que Tehuel (22) fuera cooptado por una red de trata".

"Siempre buscaron a mi hijo como si estuviera muerto. Vivo no lo buscaron en casi ningún momento. Hay indicios de que pudo haber sido llevado por trata de personas. Me gustaría que intervenga alguna fiscalía federal, que son las que se ocupan de investigar estos casos", señaló Andrés de la Torre, padre del joven que desapareció tras salir de su casa en San Vicente, rumbo a una entrevista de trabajo en la localidad de Alejandro Korn.

Consternado por la situación, el papá de Tehuel expresó que "la investigación está parada" y que su familia "se siente sola para encarar la búsqueda".

"Estoy muy mal. Seguimos muy mal. Nos sentimos solos para encarar la búsqueda. No sentimos apoyo ni de la justicia ni de los medios. No sé cuánto tiempo voy a tener que esperar para volver a ver a mi hijo", dijo Andrés, quien además agregó: "Los rastrillajes están todos parados. No sé por qué. La última noticia que tuvimos fue que se cambió de carátula la causa".

Una fuente con acceso a la causa señaló que los investigadores evaluaron dos informes en los que se contemplaba la posibilidad de que Tehuel haya sido secuestrado por una red de trata, pero "en ninguno de ellos surgió una posibilidad concreta. No se encontró nada que hiciera suponer que el joven estuviera con vida".

Debido a la falta de nuevos indicios, hace meses que se suspendieron los rastrillajes.

Al respecto, fuentes judiciales señalaron la causa ya fue elevada a juicio en diciembre y que no pueden hacerse nuevos rastrillajes ya que, por el momento, "no hay indicios nuevos". "Mientras no haya nuevas pistas, no se pueden emitir órdenes de allanamientos. Necesitamos más pruebas", destacó la fuente judicial con acceso al expediente.

En ese sentido, Andrés de la Torre manifestó su descontento con la investigación, a la que catalogó de "extremadamente lenta", y criticó duramente los rastrillajes realizados hasta el momento.

"Hubo una lentitud pasmosa. La fiscal -Karina Guyot- después de un año no tiene nada. Fue todo muy lento, muy demorado. El alerta naranja se impulsó a los tres meses de su desaparición cuando debería haberse emitido a los cinco días. Además, todos los rastrillajes que se hicieron estuvieron mal hechos. No fueron realizados por un cuerpo especializado en rastrillajes", expresó con enfado Andrés.

A su vez, de la Torre dijo que la hipótesis del asesinato que es sostenida por la fiscal que investiga el caso, Karina Guyot, se basa únicamente “en los antecedentes penales de uno de los sospechosos”.

"Muy probablemente ellos -por los imputados Oscar Alfredo Montes (47) y Luis Alberto Ramos (38)- hayan tenido que ver con la desaparición de Tehuel. Pero ahora, un año después, se borró toda pista posible. Creo que es muy difícil que algún día encontremos a Tehuel", expresó De la Torre.

Los investigadores señalaron que las pruebas contra los acusados Montes y Ramos son "contundentes".

"El teléfono de Alberto Ramos salió del radio de su casa la madrugada que desapareció Tehuel y después se encontraron rastros de su sangre sobre una pared de la casa de Ramos", recordó un funcionario judicial ligado a la causa.

Mediante el hallazgo de estas pruebas, la causa dio un giro y los dos sospechosos pasaron a ser acusados de "encubrimiento en concurso real con falso testimonio" a imputados por "homicidio agravado por odio a la orientación sexual", tras el requerimiento de la fiscal descentralizada de San Vicente, Karina Guyot, que fue avalado posteriormente por el juez de Garantías de Cañuelas, Martín Rizzo.

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