El lenguaje corporal es uno de los más difíciles de comprender pero, al mismo tiempo, el que más información brinda sobre el comportamiento de una persona.
Uno de los ejemplos que más explica esto es un juego, el póker. Los mejores jugadores de póker del mundo pueden captar los más pequeños indicios de sus oponentes, pequeñas pistas físicas que, sin darse cuenta, regalan la fuerza o la debilidad de su mano.
Pero hay momentos en que es útil comprender el lenguaje del cuerpo, especialmente cuando se intenta esclarecer un crimen.
El FBI, la fuerza federal de investigaciones de Estados Unidos, ha dedicado décadas al estudio de este tipo de lenguaje, pues además uno de sus trabajos consiste en la detección de espías. Y para poder detectarlos, es imprescindible saber cuándo miente una persona.
Joe Navarro, un ex agente especial del FBI que pasó 25 años en la División de Seguridad Nacional trabajando para encontrar espías, se sentó con Wired para compartir las técnicas que la organización estatal utiliza para detectar pistas no verbales y qué dicen sin querer.
Además explicó por qué gran parte de la sabiduría común de lo que significa ciertos tics físicos, no es realmente cierta. Navarro explicó que hay muchas ideas erróneas acerca de por qué nos cruzamos de brazos o nos tocamos la cara.
Según el agente del FBI, tocarse la cara o cruzar los brazos son comportamientos tranquilizantes y que la idea de quién hace eso miente, es “un disparate”.
Pero además, asegura que "Nosotros los humanos somos malos para detectar el engaño".
Sin embargo, sí explicó qué detalles podemos detectar que indican que una persona está mintiendo y dio una lista de pistas reales.
Al analizar la comunicación no verbal, no se deben emitir juicios, sino se debe tratar de “evaluar qué está transmitiendo una persona”, por lo que es necesario evaluar todos los movimientos para encontrar el detalle que nos lleve a comprender si una persona miente o no.
Ojos: si están rojos es necesario saber si la persona ha descansado lo suficiente, pero además hay que prestar atención al área entre los ojos, porque es la primera que revela información de una persona.
Frente: revela mucho de una persona, pues muestra si está bajo estrés y qué clase de experiencias ha tenido durante su vida.
Cuello: dependiendo de la inclinación del cuello y la cabeza, podemos saber si una persona está relajada o no.
Mejillas y mandíbula: cuando una persona frota su lengua contra el interior de la mejilla pero intenta ocultarlo, trata de realizar, de alguna forma, de manejar la percepción.
Nariz: otro punto importante, pues cuando no nos gusta algo, inmediatamente la arrugamos.
Labios: cuando algo nos preocupa, tendemos a apretarlos o chuparlos.
Hombros: uno de los tics más fuertes y marcados se ve en esta parte del cuerpo, pues cuando alguien no sabe la respuesta a una pregunta, inmediatamente levanta los hombros.
Pelo: es una de las partes que más hay que prestar atención, comenzando por su estado y peinado.
Manos y dedos: una persona preocupada, coloca los dedos de forma rígida, entrelazados, y las manos se mueven hacia atrás y adelante lentamente, entre otras señales que delatan nerviosismo.
Piernas: cuando una persona se frota con energía las manos contra las piernas, puede demostrar nerviosismo, ya que este mecanismo sirve para tranquilizarse.
Pies: cuando una persona se siente amenazada ante una pregunta, sus piernas se cruzan inmediatamente.
Mirá el video completo de las explicaciones del ex agente del FBI (está en inglés).
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