Nuevas invitadas se sumaron al programa para expresar, con absoluta certeza, que el Umbandismo no es una secta y que pese a las creencias populares la práctica de este culto posee principios. La especial valorización y celebración de la niñez es uno de ellos. Mae Verónica de Iamsá junto a sus hijas de religión: Mónica de Oiá y Érika de Oxúm hablaron junto a Gastón Zuñiga, creador y conductor del contenido de Alerta Roja sobre ritos y celebraciones.
Al respecto se dejó claro que no cualquiera puede realizarlos, es requisito fundamental que la persona a cargo de un ritual de limpieza esté preparada: “Nosotras consultamos a nuestros dioses por medio de caracoles pequeños y estos nos dicen cómo trabajar con cada problemática, qué necesita cada persona, por ejemplo… una apertura de caminos en lo laboral o emocional. Los diferentes Orixás te van guiando” expresó Mae Verónica de Iamsá.
De hecho, el término Umbanda proviene de una lengua bantú y puede traducirse como “El arte de sanar”. Esto se debe –posiblemente- a la re-vinculación con un orden cósmico, a través del trabajo espiritual… los fieles buscan conducir su vida hacia un bien mayor. Pero no son hacedores de magia negra, solo practicantes de una fe reconocida legalmente y que está relacionada a la energía de la naturaleza: todo lo que sea salido de la tierra.
La equiparación con lo oscuro es una construcción establecida en el imaginario social y nada tiene que ver con la realidad experimentada por las mujeres de religión Africanista. Así también lo confirmó el investigador de hechos paranormales Gastón Zuñiga: “Mucha gente tiene temor y le da terror lo que pueden hacer con los animales… pero hay una confusión con el vudú” frase que fue tomada por Mae Verónica de Iamsá para aclarar: “Para empezar nosotros no utilizamos huesos de ningún tipo. No necesitamos nada del cementerio a no ser que se trate de una limpieza de un alma errante. No usamos gatos, no usamos perros ni hacemos sacrificios de ningún tipo”.
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