Una chica que va a séptimo grado de un colegio de Alto Valle de Río Negro le escribió una carta a la directora pidiéndole ayuda porque su mamá es víctima de violencia de género. La pequeña tomó la decisión de comunicar lo que estaba ocurriendo en su casa luego de asistir a una charla de ESI (Educación Sexual Integral).
La misiva iba dirigida a la directora de la institución, que hizo la denuncia correspondiente e intervino la Justicia.
Tras participar de la charla y tomar ciertos conocimientos que la ayudaron a entender lo que ocurría en su casa, la pequeña habló con su mamá y le pidió autorización para escribirle a la directora. Con el consentimiento de la madre, la chiquita pidió ayuda en el colegio.
Las autoridades hicieron la denuncia y la jueza activó el protocolo que se aplica ante este tipo de situaciones. Se entrevistó con la mujer víctima de violencia y se dispuso la exclusión del hogar del denunciado. Todo esto ocurrió mientras la menor estaba en el colegio para que no presenciara los hechos.
Mientras tanto, desde la Municipalidad habilitaron el ingreso de la mujer a una casa refugio.
La jueza a cargo del caso explicó: "La charla de educación sexual fue realmente el disparador de la denuncia. Muchas familias todavía creen que en esos espacios solo se habla de sexo, pero en los hechos se abordan cuestiones que hacen al cuidado del cuerpo y a una vida libre de violencias".
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