Abusos de la Iglesia

Testimonio: cómo los curas del Próvolo abusaban y maltrataban a los niños

Daniel Sandleris es una de las víctimas del Instituto Próvolo de La Plata. Contó que de noche se acostaban vestidos y rogaban no ser abordados por los sacerdotes. En el juicio se vio otro desgarrador testimonio.

5 de septiembre de 2019 | 09:29

Daniel Sgardelis tiene 45 años, nació en Salta y denunció ser víctima de abusos en el Instituto Próvolo de La Plata.

Hace dos años atrás se presentó ante la Justicia de Mendoza, luego de enterarse de la investigación que se estaba llevando a cabo en nuestra provincia y vino a Mendoza para respaldar a las víctimas y seguir de cerca el juicio.

Daniel ya había hecho pública su experiencia hace más de 5 años atrás, a través de un video de Youtube, y ya ha declarado también ante la Justicia de La Plata, en la investigación que se lleva a cabo en esa ciudad.

Denunció abusos sexuales con acceso carnal, golpes, suicidios de compañeros del Próvolo y apuntó directamente contra el cura Nicola Corradi.

Daniel vivió en el Próvolo entre 1982 y 1991, desde que tenía 8 años de edad hasta que cumplió 17. Hoy vive en San Juan, es peluquero y me aseguró que no va a parar hasta que se haga justicia no sólo en Mendoza, sino también en La Plata y en Italia.

Joven declaró ser violado en grupo hasta desmayarse  

El miércoles continuaron las declaraciones en el juicio central del caso Próvolo, y comenzó la visualización de una Cámara Gessel registrada en el 2017 a un ex alumno dijo que lo violaban hasta que se desmayaba. El joven, oriundo de Misiones, tiene hoy 23 años.

A los 8 años ingresó al Próvolo y, desde entonces, señaló que fue abusado sexualmente en reiteradas ocasiones por un sujeto que fue declarado inimputable y, también, por el jardinero Armando Gómez.

Dijo ser ultrajado en grupo y que los agresores lo vejaban hasta desmayarse. Incluso, mencionó que el monaguillo Jorge Bordón, ya condenado, se encargaba de que lo atendiera un médico.

Además, declaró que el cura Nicola Corradi sabía de estos episodios, del mismo modo que la monja Kosaka Kumiko, y que lo maltrataba físicamente.

La Cámara Gesell se extiende por más de 4 horas, por lo que se detuvo su reproducción y el Tribunal resolvió continuar este jueves con el resto del registro audiovisual.

En tanto, el día viernes no habrá audiencia porque la sala acondicionada será empleada para otro juicio.

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