Una familia cordobesa denuncia que una mujer de 30 años y su bebé recién nacido fallecieron por presunta negligencia y mala praxis de los médicos que la atendieron durante un paro sindical. Ocurrió en el hospital Pasteur de Córdoba.
La madre se llamaba Natalia Resser y llegó al hospital con contracciones. Según relató su madre, tuvo que esperar mucho tiempo para ser asistida y solo recibió ayuda por la intervención de un policía que golpeó la puerta del consultorio. Mientras tanto, el bebé sufrió un paro cardíaco y la madre una crisis hipertensiva.
Los médicos le realizaron una cesárea de urgencia, pero no pudieron salvar al bebé ni a la madre. La familia denunció que la mujer fue maltratada, lastimada y abandonada en una sala común sin atención adecuada. La mujer tenía otro hijo de tres años que quedó huérfano.
La tía de Natalia le dedicó una emotiva carta en las redes sociales, donde la recordó como una persona alegre, dedicada y luchadora. También pidió justicia por su sobrina y su bebé, y acusó a los médicos del hospital de ser "delincuentes con batas".
El caso generó indignación y reclamos por parte de la comunidad, que exige una investigación y sanciones para los responsables de esta doble muerte evitable.
Ella era Natalia Resser... una niña/mujer llena de vida, así como la ven en las fotos, siempre con una sonrisa, siempre activa, dedicada a sus estudios, a su familia, a su hijito de 3 años, a su bebé por nacer, los tiempos la corrían pero ella siempre tratando de llegar a sus logros.
Ingeniera agrónoma, maestra jardinera y varios títulos más, porque eso hacía, estudiar, trabajar y amar a los demás. Adoraba a su mamá y hermanas, muy unida con su familia... no tuvo la suerte de encontrar gente responsable que la atienda y que reciba a su bebé cómo se merecía.
La felicidad que tenía por tener todo preparado, todo listo... cuando en un segundo le cambió el destino; inoperancia médica, mala praxis, abandono de persona y un final que desencadenó la muerte de su bebé, y tras él se fue ella.
No fue culpable Dios, fueron culpables los que delegaron ese día poner gente inexperta, maltratadora, abusiva, delincuentes con batas, y descartaron así como así a una mamá que recién comenzaba su vida.
Recién daba sus primeros pasos con su nueva familia, su esposo, su hijito de tres añitos y el que venía en camino, y no llegó. Le cortaron su historia de vida... la humillaron, la subestimaron, la maltrataron de tal manera que aún siento su dolor.
Solo pensar en tanto sufrimiento me duele hasta la piel... te arrancaron la vida, la alegría, lo más lindo de tu ser... pero solo agradezco a Dios Santo que te crecieron alas para que puedas volar y ser feliz junto a tu bebé.
Que tu vuelo sea eterno. No te detengas mi angelito, no mires atrás, porque allá, en ese infinito, vas a seguir siendo la niña/mujer que fuiste antes que destruyan tu vida terrenal.
Danos fuerzas, que con tanto dolor perdimos... danos paz y palabras de sabiduría para que el hombre haga justicia. Danos vida a toda tu familia para que guiados por Dios podamos ver y acompañar al niño que dejaste en el camino.
Perdón por no estar para defenderte de los que te hicieron mal, tengo sed de justicia. No descansaré hasta que mire al cielo y te vuelva a ver con esa hermosa sonrisa y diciendo "ya puedo descansar en paz.. SE HIZO JUSTICIA POR MI Y POR MI HIJO".
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