Psicología/vínculos

¡SOS tengo un hijo adolescente!

Más allá de la expresión jocosa, el pedido de ayuda está consciente o inconscientemente en cada padre o madre a la hora de poder hablar, con sus hijos en esa etapa. ¿Cómo tener éxito sin sucumbir en el intento?

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Redacción ElNueve.com
20 de septiembre de 2023 | 15:42

Son nuestros, pero parecen otros… ¿Qué pasó con esas personitas que nos buscaban como héroes, quienes esperaban nuestra palabra certera o consejo, o que nos contaban lo que les pasaba a llanto o moco tendido? Es fácil: crecieron y se hicieron adolescentes con todo lo que ello implica.

Así a medio gruñido a la hora de hablarnos (algunos) con indiferencia otros, o con una puerta de por medio, muchos de los hijos que los padres supieron criar, parecieran transformarse en extraños, que marcan una distancia gélida a la hora de saber qué les pasa.

Como bien apunta la psicopedagoga María Zysman “el adolescente evolutivamente es de esperar que se cierre un poco, que cambie, que esté enojado o que tenga cambio de humor. Lo que sí me pregunto si será la manera ideal para ellos la forma que tenemos de acercarnos a su mundo…

- ¿En qué sentido?

El ejemplo claro es cuando muchas adolescentes me cuentan en terapia que llegan mal a su casa o enojadas por algo que les pasó, y el padre o madre le dicen “hablemos, ¿qué te pasa? A lo que les digo que nada, no quiero hablar y terminan por irse y no es lo que quiero”.

- ¿Qué sería lo ideal allí?

Los adolescentes necesitan la compañía, pero no el interrogatorio. El adulto se preocupa y desea resolver al instante, y todo lleva un proceso, incluso de acompañar sin interrogar, de escuchar y esperar. El afecto como los adultos lo necesitamos todos.

- ¿Qué temas hablar si no desea contar lo que le sucede?

Pensar en un tema para hablar juntos en lugar de pedir que nos cuente acerca de lo que lo o la tiene mal. Por ejemplo, un tema podría ser algo de nosotros, es decir contarles una experiencia propia. Es bueno que los padres y madres no cuenten ni hagan hincapié en tantos éxitos, sino también aquellos momentos de su juventud que la pasaron mal o que fallaron. Cuando como adultos mostramos nuestros fracasos los chicos también se animan a contar sus dificultades.

 

Seis consejos para acercarte a tu hijo

1.   Ponete en su lugar

Lo primero que debes tener en cuenta es que tu hijo recibe una enorme cantidad de información de muchísimas fuentes, la cual debe procesar. Lo más probable es tu hijo se sienta abrumado por todo cuanto le rodea, por todo lo que va descubriendo y aprendiendo. ¿Cómo te sentías tú a su edad? Lo mejor que puedes hacer es ponerte en su lugar y tratar de ver el mundo desde la misma óptica desde la que lo ve él

2. Mostrá empatía y sé asequible

Junto al punto anterior, viene la empatía. Es imposible conectar con alguien y mantener una relación sana si no hay empatía. Y, mucho menos, con tu hijo.

3.  Escucha a tu hijo: comunicación efectiva

La comunicación es la base de toda relación en cualquier faceta de nuestra vida y con los hijos sucede lo mismo. Por ello, es necesario que te comuniques abiertamente con él. Ten conversaciones sobre cualquier tema, muéstrale tus puntos de vista y deja que él dé su opinión sincera. Debes demostrar que le respetas y que estás a su lado para hablar sobre cuánto le preocupe.

4. Dale su espacio cuando lo necesite

Por último, y por mucho que te cueste, debes dar espacio a tu hijo. Recuerda que todos hemos escondido algo a los padres y tú, seguramente, no has sido diferente. Tu hijo conoce la tecnología, sabe perfectamente cómo borrar todo lo que no le interesa que veas. Si actúas como un policía solo vas a conseguir que se aleje de ti y que se encierre en su mundo. Debes hacer todo lo contrario: muéstrate abierta a todo lo nuevo, llega a conclusiones con él, estableced pactos conjuntos sobre los límites y las normas, etc.

 5. Valida sus emociones a diario

Siempre debes validar sus emociones. Durante la adolescencia, los niños empiezan a sentir una gran cantidad de emociones nuevas que, si bien conocían, quizá no habían experimentado. Prepárate porque tu hijo te va a sorprender: de repente, un día le importará muchísimo lo que no le preocupaba para nada el día anterior. Por ello, debes prepararte en este sentido y comprender que tu hijo va a pasar por muchos cambios y que su personalidad cambiará.

 

6. Mostrate abierta/o a comprender lo que siente

Relacionarse con los hijos adolescentes es algo que puede ser complicado. Dado su cambio, suelen sentir que no les comprendemos y que no entendemos su mundo. Por ello, si quieres acercarte a tu hijo, debes comprender que, en parte, tiene razón: no lo comprendemos todo. Si te muestras abierta a escucharle y a aprender, verás cómo tu hijo se irá abriendo a ti. La comunicación y la empatía deben ser, en este momento, tus mejores aliados. Así que siempre debes estar ahí para él

La profesional estuvo en Cada Día, mirá la nota completa

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