En San Rafael, cuatro religiosas del Verbo Encarnado son investigadas en la causa que intenta determinar si hubo maltratos y abuso contra niños de la DINAF. En sus declaraciones bajo Cámara Gesell los pequeñas aseguraron ser sometidos a castigos físicos y psicológicos durante su paso por estos hogares.
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La causa estalló a fines del año pasado, cuando la DINAF decidió retirar a los 25 niños alojados en estos espacios que la congregación brindaba mediante contrato al estado provincial. Los dichos de los menores motivaron esta medida de protección que terminó por romper un lazo legal entre la DINAF y el verbo encarnado. Paralelamente, el organismo provincial radicó la denuncia formal en la justicia y desde entonces se avanzó en una causa que tiene a tres religiosas señaladas, pero a ningún imputado.
Por pedido del fiscal, la causa está bajo secreto de sumario; sin embargo, trascendieron algunas de las declaraciones que los menores realizaron en Cámara Gesell. De los 13 testimonios, hubo coincidencias respecto de un método de castigo: la ducha fría. Quien hablaba fuera de lugar o desobedecía alguna orden, era llevado vestido bajo un chorro de agua.
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Otros testimonios dieron cuenta de largos encierros en habitaciones oscuras o chicos que fueron dejados en el patio en castigo por algo que habían hecho. A eso se suman los golpes en el rostro y utilizando algún calzado o cinturón cuando empleaban lenguaje inapropiado.
Mientras la causa avanza para determinar responsabilidades, la DINAF estableció nuevas medidas de protección y ninguno de estos menores tiene contacto con las denunciadas y todos fueron reubicados en distintos hogares de la zona.
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