Un grupo de cuatro amigos salieron a bailar en la capital de Tucumán. Lo que aparentaba ser una noche de diversión juvenil casi termina en tragedia luego de que uno de los chicos fuera atacado con un vaso de vidrio en su cara, desfigurandosela.
El ataque se registró cera de las 5.30 cuando ya faltaba poco para el final de la fiesta. Julián Burgos estaba hablando con Mariano Díaz cuando vio que un elemento de vidrio estallaba contra el rostro de su amigo. Se trataba de un vaso, que quedó ensangrentado en el suelo.
Burgos contó que en ese momento vio al agresor pero no pudo precisar demasiados detalles porque la urgencia era clara: auxiliar a su amigo que estaba desfigurado y con el rostro ensangrentado. Lo acompañó a lavarse mientras el agresor se escabullía entre las personas que estaban en la pista de baile.
“El mayor daño lo tenía en la boca. Mariano estaba en shock, no entendíamos nada porque no es que se habían peleado o que se habían mirado feo. El tipo vino de la nada a pegarle”, contó el testigo. Un empleado del boliche los ayudó, se puso a disposición y les dijo a los jóvenes que había visto al agresor y que con las cámaras de seguridad que hay en el lugar podrían identificarlo fácilmente.
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