Psicología

¿Sabías cómo reacciona tu cerebro cuando te alejás un poco de las redes sociales?

Son un tremendo distractor para tu cerebro, vulnerable, hipnotizado por lo perfecto de esas imágenes, esa gente siempre sonriente, viviendo en mansiones y vidas maravillosas.

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Redacción ElNueve.com
9 de noviembre de 2022 | 23:37

(Por Eva Rodríguez)

Hay un número de razones importantes por las que querríamos dejar las redes sociales y, aunque cada persona es única, la mayoría de nosotros coincidimos en que "las redes sociales son adictivas".

Sin embargo, la inmediata conexión con otras personas es tanto o más atractiva que las redes para nuestro cerebro. Somos seres sociables por naturaleza. Nuestro cerebro descarga una recompensa hormonal cada vez que tenemos una interacción social positiva.

En eso está incluido el timbre que te avisa que tenés un nuevo mensaje o like. Así de fácil. Las redes sociales son 100% adictivas. Cada campanilla que suena, cada mensaje que llega, hace que quieras más y más. En cualquier momento, en cualquier situación.

Información vacía, distracción, contenido fuerte, pero sin profundidad que lo único que genera es que quieras más y más. Es como comer una golosina. No podés parar, pero al final solo quedan cosas que tu cuerpo no necesita.

Las redes sociales son un tremendo distractor para tu cerebro, vulnerable, hipnotizado por lo perfecto de esas imágenes, esa gente siempre sonriente, viviendo en mansiones y vidas maravillosas.

A nuestro pobre cerebro, adicto a las recompensas, se le vuelve cada vez más y más difícil concentrarse en algo. Inmediatamente, manda la señal: "Hace mucho que no chequeas tus redes sociales". 

Las comparaciones negativas: al mostrar una versión de la realidad muchas veces idealizada terminamos mirando nuestra vida sencilla, mundana y real y pensando "quiero tener otra vida, otro cuerpo, otras emociones, más dinero, en definitiva, más felicidad".

Qué le pasa a tu cerebro cuando usas con menos frecuencia las redes sociales:

-Es necesario que volvamos más consciente el uso de las redes sociales, más inteligente, más económico. No te estás quedando afuera de nada si no ves, usas o participas en las redes sociales. Tu vida es lo que ocurre frente a tus ojos, no en la pantalla. Cuando dejas las redes sociales y luego volvés se revela el más grande secreto y mejor ocultado de todos: no te perdiste de NADA.

-Abandonar la adicción a chequear constantemente, reeducar a tu cerebro para que deje de emitir esos llamados continuos a revisar las redes, a chequear que está pasando en el mundo. Porque es agotador para tu mente y porque es ahí cuando te quedas atrapado en una información y en otra y en otra… y ya ni siquiera recordás para qué abriste el celular en un primer momento.

-Tu salud mental va a mejorar. El pulso y ritmo interno bajarán. Tu sueño mejorará. Tendrás cada vez más espacio mental, más espacio para pensar, más espacio para sentir, más espacio mental para llenar con lo que te apetezca y no con contenido que no elijas y no te llena para nada.

-Para lograr prestar atención en la vida y ser una persona observadora de vos misma y de tu entorno es necesario que exista espacio, vacío mental. Aburrimiento. Nada que hacer. Poder flotar entre una actividad y la otra. Silencio. Los distractores son a veces necesarios, pero son solo eso: distractores. No los vuelvas una prioridad.

-Te recomiendo por último, revisar y volver a ordenar las cosas que para vos importan, tener nuevas perspectivas sobre las mismas cosas, una vida menos digital, más analógica, volver a escribir con papel y lápiz, leer un libro, crear juguetes con nuestras manos, mirar a la cara en una conversación sin tener miedo a que un bip va a interrumpirte. Esos hobbies, esas actividades manuales o encuentros donde perdemos la noción del tiempo y ni siquiera sabemos de la existencia del mundo están asociados a las experiencias que llamamos de felicidad plena.

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