El sábado por la noche delincuentes irrumpieron en una casa de barrio San Fernando robaron las pertenencias, pero también defecaron en el patio y se limpiaron con el perro.
La inseguridad y los robos domiciliarios son un dato que se repite diariamente en el país. Las ocasionales víctimas suelen resignarse al "esta vez me tocó a mí"; sin embargo en este caso, además de padecer la sustracción de objetos de valor, se encontraron con un detalle que irritó aún más a las víctimas.
Como es común en estos casos, nadie vio ni escuchó nada; pero el detalle más fastidio y enojo provocó, es que los delincuentes defecaron en la casa y se limpiaron con el perro de la familia.