Pedro Castillo, el ahora expresidente de Perú intentó disolver este martes por decreto la Legislatura, lo que llevó a una profunda crisis institucional. Horas después, ignorando su decisión, fue derrocado por voto mayoritario en el Congreso y quedó detenido, a la espera de un juicio político.
La decisión de Castillo de disolver el Congreso y decretar un estado de excepción fue considerada como un "golpe de Estado" por congresistas de varias bancadas.
El Congreso de Perú votó a favor de derrocar al presidente con 101 votos a favor de destituirlo, seis en contra y 10 abstenciones.
La hasta ahora vicepresidenta, Dina Boluarte, juró como presidenta. Ella se había manifestado en contra de la decisión de Castillo de disolver la Legislatura. "Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley", había escrito en Twitter.
Rechazo la decisión de Pedro Castillo de perpetrar el quiebre del orden constitucional con el cierre del Congreso. Se trata de un golpe de Estado que agrava la crisis política e institucional que la sociedad peruana tendrá que superar con estricto apego a la ley.
— Dina Boluarte Z. (@DinaErcilia) December 7, 2022
Por otro lado, Castillo abandonó la Casa de Gobierno y se dirigió a la Prefectura de Lima para solicitar garantías. Allí quedó detenido y fue trasladado a la Procuradoría. Por otro lado, las fuerzas armadas habían quitado el apoyo al presidente, luego de su anuncio de disolver el Congreso, informa Noticias Argentinas.
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