Psicología

Psicología: cinco técnicas para sanar mediante la escritura

Este ejercicio ayuda para alinear los pensamientos con las emociones. Te damos cinco tips para que empieces a ponerlo en práctica de forma rápida y sencilla.

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Redacción ElNueve.com
4 de julio de 2022 | 18:56

(Por Eva Rodríguez) 

La escritura en sí es una herramienta muy sanadora. Y si todos tuviéramos incorporado este ejercicio, de forma lo más cotidiana posible, la relación entre nuestros pensamientos y emociones sería mucho más clara.

¿Qué es la escritura terapéutica y cómo funciona?

El arte y la magia de la escritura terapéutica reside en que el acto de escribir es significativamente más lento que el acto de pensar, tenemos cientos de pensamientos por minuto, pero solo podemos escribir unos cuantos. Y es en esa diferencia de tiempo donde la mente aprovecha el ejercicio de la escritura terapéutica para auto-aplicarse un efecto embudo: consiste en que como tengo cientos de pensamientos por segundo, pero solo puedo bajar al papel uno o dos en ese momento, la mente FILTRA los pensamientos y elige el MÁS IMPORTANTE o significativo de todos los que están dando vueltas por ahí.

No hay una única forma de realizar escritura terapéutica, lo importante a saber es que no hay un método correcto o incorrecto. La escritura terapéutica es un ejercicio que SIEMPRE está bien. Porque es un ejercicio para uno mismo, para el desarrollo personal, y no para lograr nada en particular. No se trata de cómo escribas, ni de lo que escribas. Se trata de que hacer el ejercicio en sí mismo es terapéutico.

¿Para qué sirve la escritura terapéutica? 

*Sirve para aumentar el autoconocimiento. No son tantos los espacios que tenemos en nuestras vidas agitadas y apuradas, para frenarnos y simplemente escuchar nuestra voz interior. La escritura terapéutica es la excusa perfecta para escucharte y conocerte. 

*Sirve para descargarse emocionalmente. Luego de una buena sesión de escritura terapéutica, lo que vas a sentir es alivio emocional.

*Sirve para aclarar pensamientos y emociones. En la medida que vas realizando la escritura, tu mente va seleccionando los pensamientos que verdaderamente te molestan o perturban. Al ver esos pensamientos plasmados en el papel, sin todo el ruido mental que normalmente tenemos en nuestra mente, esos pensamientos se revelan y se aclaran.

*Sirve para gestionar cambios y tomar decisiones. Al ver con claridad esos pensamientos se facilita el camino para la toma de decisiones o posturas frente situaciones que nos generan dudas o malestar.

*Sirve para abrir el inconsciente. La escritura terapéutica te ayudará a trascender la barrera de los pensamientos conscientes pudiendo llegar a acceder a ideas, emociones o sensaciones que estén alojadas en el subconsciente o incluso con un poco de práctica al inconsciente. Al realizar el ejercicio de la asociación libre es posible que tus ideas comiencen a conectarse y que aparezcan asociaciones con sensaciones profundas, alojadas más allá de la barrera de la conciencia.

*Por último, la escritura terapéutica te ayuda a conectar con tu creatividad, ya que estás habilitando un espacio de diálogo hacia tu interior, sin restricciones ni censuras. Y también te ayudará a bajar el ritmo con el que muchas veces vivimos, ese ritmo ansioso y acelerado. Y te va a ayudar a permanecer en el presente inmediato, en el aquí y ahora, ya que mientas haces el ejercicio no hay nada más importante que lo que ocurre en ese momento adentro de tu mente.

5 Formas de realizar escritura terapéutica:

MORNING PAGES O PÁGINAS MATUTINAS. Consiste en escribir 3 páginas (carillas) de pensamientos, emociones, ideas, experiencias, recuerdos, sueños, lo que sea que pase por la cabeza del escritor. El truco es hacerlo ni bien te levantas por la mañana, para estar menos condicionado por los quehaceres del día, por la agenda de las cosas que tenemos para hacer o las situaciones que nos tocan vivir. Al hacerlo ni bien levantados encontramos más accesible nuestra información inconsciente. Esa información que nuestra mente guarda en sus profundidades (recuerdos, emociones, ideas dolorosas, etc).

Con lo cual escribir esas 3 páginas con el primer café de la mañana es una herramienta de autoconocimiento incomparable, de catarsis, de reflexiones profundas y de auto-observación de patrones de comportamiento repetitivos que nos dañan. Hay personas a las que las 3 páginas les resultan un poco restrictivas, entonces prefieren hacerlo con un cronómetro, 20 minutos o 30 minutos. Un ejercicio muy curioso de las páginas matutinas es el de hacer una pregunta por la noche, algo que te problematiza, una duda, una decisión que tenés que tomar y no llegas a ninguna conclusión.

Escribir entonces la pregunta por la noche y a la mañana escribirás la respuesta que te ofrece tu mente fresca.

DIARIO TERAPÉUTICO. Es la escritura a través de la cual registramos nuestro día a día. Sería el típico “querido diario” de nuestra adolescencia. Es usar la escritura terapéutica para re-escribir eso que nos sucede en la vida. Recordemos que la vida y nuestra historia de vida no son tanto los hechos que ocurren en sí mismos, sino lo que nos contamos sobre esos hechos que ocurrieron. A través del diario terapéutico buscamos volver a contarnos nuestro día a día, con una mirada reflexiva, de aprendizaje y si podés hacer un cierre de tus relatos de forma positiva y sacar una conclusión optimista: ¡mejor!

DIARIO DE GRATITUD. La gratitud es un estado mental que se desarrolla, se practica, se ejercita. Es como llevar el cuerpo al gimnasio, una práctica. Ejercitar la gratitud es llevar “al gimnasio” a la mente y al espíritu. La gratitud brinda beneficios psico-fisiológicos demostrados científicamente y además aumenta tu calidad de vida al ponerte siempre en un estado de aceptación y humildad. El diario de gratitud consiste en escribir todas las noches 1, 2 o 3 cosas por las que estés agradecido. No deben repetirse, siempre deben ser diferentes.

Y sí, aunque tengas un mal día, deberías escribir una gratitud igualmente. Hay personas que solo escriben el nombre de aquello por lo que agradecen y nada más, y hay personas que la desarrollan un poco más, anotan la gratitud y cuentan por qué están agradecidos. Mientras más pudieras explayarte será más útil el ejercicio.

CARTA DE GRATITUD: la técnica de la carta de gratitud consiste en escribirle una carta a diferentes personas a las que queremos dar las gracias o agradecer por algo. Es posible que esa persona sea un destinatario obvio para una carta, que sería el caso de alguien con quien te lleva muy bien… o no. Puede ser alguien a quien le guardas rencor o con quien rompiste tu relación hacen años, pero todavía te duele esa relación. En lugar de conectar con todo ese dolor, la idea de la carta de gratitud es conectar con lo que, a pesar del dolor, esa persona dejó en vos al pasar por tu vida. Se escribe de forma narrada, no se coloca: gracias punto por punto; sino que se narra.

Y no valen las recriminaciones (“gracias por esto, pero nunca olvidaré esto otro”). Si no que es simplemente agradecer. Si el escritor quisiera completar el ejercicio debería ir personalmente y leerle la carta a esa persona. Explicarle que es un ejercicio de sanción y se le lee la carta personalmente. Muchas veces esto no es posible, por diversos motivos (por ejemplo una muerte) y entones se hace un ritual con la/las cartas. Se quema, se entierra, se entrega a un familiar cercano de esa persona, etc. Es un ejercicio que vale la pena probar ya que tiene un alto poder sanador.



CARTAS A UNO/UNA MISMO. El ejercicio se constituye de 3 cartas. Las cartas van hacia el pasado, el presente y el futuro. La primera es una mirada al pasado: se le escribe una carta al niño/a interior. Contándole que a pesar de estar viviendo algunos dolores y sentir todo eso que está sintiendo (aquí cada uno debería reflexionar o tener en cuenta en qué aspectos o áreas de la vida sufrimos cuando éramos pequeños) transformaremos ese dolor en responsabilidad emocional. Por ejemplo, si a mí de pequeña me hacían bullying en la escuela, yo le escribo a mi niña interior y le cuento "que eso va a pasar, que todo ese temor que hoy siente se va a disipar y que yo como adulta le aseguro a esa niña que la voy a cuidar y proteger. Y que voy a ser una persona amorosa pero no voy a dejar que me maltraten emocionalmente”. Esa sería una forma de decirle a tu niña interior que estás en control de tu propio mundo emocional.

La segunda es una carta que vos te escribís a vos misma: en esa carta vos le hablas a tu propia persona apelando a todo tu amor propio, a toda tu auto-compasión y auto-cuidados y te hablas diciéndote todo aquello que hoy necesitas escuchar. Desde palabras tiernas, aliento positivo para el día de hoy, pensamientos y reflexiones sobre algo que tal vez ocurrió y te preocupa… pero que en tu propio interior radica la capacidad de transitarlo mejor.

Por último, la tercera carta consiste en una carta que te escribís desde el futuro: contándote como este momento de tu vida que tal vez hoy te parece duro, difícil o tremendo, en realidad va a pasar y te
va a dejar muchos aprendizajes, lecciones y crecimiento interior. Y te contás como es eso posible. Por ejemplo, “te escribís desde el año 2042 y te contás como poco a poco la crisis que hoy atravesás fue pasando y vos te fortaleciste en el camino, como tomaste decisiones de vida muy significativas gracias al cambio que viviste en esta época y como sin esta crisis que hoy parece terrible, no serías la persona que sos en el 2042.”

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