Este mediodía, el ministro de Salud y Deportes, Rodolfo Montero, puso en funciones a nuevas autoridades de la cartera de Salud. De ahora en más, la dirección del Hospital Lagomaggiore estará a cargo de Valentina Albornoz, médica tocoginecóloga que hasta el momento se desempeñaba como titular del Programa de Salud Reproductiva. En tanto, al frente de la Dirección de Maternidad e Infancia estará Natalia Courtis, quien fue subdirectora asistencial del Hospital Diego Paroissien.
Montero agradeció la tarea realizada por los funcionarios salientes del Lagomaggiore y afirmó que habrá continuidad en las políticas públicas. “Este hospital seguirá un camino que lo llevará a ser de alta complejidad. Es por esto, que lo próximo que realizaremos será potenciar las áreas quirúrgicas”, expresó.
Desde hace algunas semanas se abrió una polémica por el cierre de la maternidad del hospital Carrillo de Las Heras. Hubo denuncias de gremios y trabajadores ya que muchos apuntaron que se trataba de un supuesto recorte en la salud pública. El ministro de salud rechazó que el traslado se deba a un achicamiento de los servicios y aseguró que el objetivo es dotar de mayor personal al hospital Lagomaggiore.
Además, agregó que el objetivo es potenciar la capacidad del hospital, que atiende la mayoría de los partos de la provincia.
Durante la presentación de las nuevas autoridades del Lagomaggiore, Montero destacó la infraestructura de maternidad y neonatología instalada en el centro asistencial. Aseguró que todos los profesionales del carrillo serán ubicados en el nosocomio para potenciar esa capacidad instalada.
Mientras tanto, en Las Heras, se realizó un nuevo abrazo simbólico al edificio del hospital carrillo, por el cierre de la maternidad y la neonatología.
Desde la Asociación Mendocina de Profesionales de la Salud (AMProS) se manifestaron junto a los trabajadores y remarcaron que el cierre de este servicio implica un daño colateral para la comunidad de los mencionados departamentos.
Claudia Iturbe, secretaria general de AMProS, remarcó: "La comunidad será la más damnificada porque es la que sufrirá la pérdida del servicio. Este es un ataque directo al acceso a la salud, fundamentalmente por la pérdida de profesionales. En el caso del cierre de Maternidad y de Neonatología, por la falta de neonatólogos, anestesistas y ginecólogos.