Cultural local

Polémica por la demolición de la casa de Benito Marianetti

Las gestiones para que sea declarada Patrimonio Cultural llegaron tarde.

11 de octubre de 2017 | 08:28

La casa de Benito Marianetti está en proceso de demolición ya que las gestiones para que la vivienda fuera declarada Patrimonio Cultural llegaron tarde. Ese domicilio supo ser el refugio de artistas y políticos en años de persecución, y fue visitada por Mercedes Sosa y Pablo Neruda.

La construcción del inmueble es de la década del 30 y está ubicada en calle Perú al 1176. El abogado y escritor mendocino murió en el año 1976 cuando tenía 73 años. Desde entonces, los gobiernos de turno no avanzaron para que ese lugar sea declarado patrimonio cultural y ahora está siendo destruido.

En julio de este año se puso el cartel de venta en la propiedad y entonces, funcionarios y legisladores intentaron hacer gestiones exprés para evitar la demolición. Sin duda, acciones que la familia creyó demasiado tarde.

Una de las personas que trabajó en un proyecto de ley para recuperar el lugar como parte de la historia mendocina fue Graciela Cousinet. La diputada nacional de Libres del Sur actuó por medio de un legislador local, pero todo fue precipitado y la casa se estaba viniendo abajo, la estructura se estaba deteriorando y la familia avanzó por el camino de la demolición.

Quién fue Benito Marianetti

Marianetti (1903- 1976) fue un abogado y un escritor muy importante de Mendoza que sentó las bases de una parte de la cultura. Aportó muchas ideas para el desarrollo de la producción y la vitivinicultura, incluso llevó a cabo trabajos sobre el riego que hoy se siguen utilizando.

Además, fundó el partido Socialista Obrero y militó en el partido Comunista. Fue legislador provincial y candidato a Gobernador. Sus ideas políticas le costaron ataques, críticas y 6 bombardeos en su casa.

La histórica casona de calle Perú fue visitada por Pablo Neruda, Mercedes Sosa, Atahualpa Yupanqui, Ángel Bustelo y Armando Tejada Gómez. Escribió más de 30 libros como Mendoza, la bien plantada (1973) y La verde lejanía del recuerdo (1933). La mitad de su biblioteca fue donada al movimiento ecuménico de los Derechos Humanos y el resto quedó en manos de la familia.

Mendoza +

chevron_left
chevron_right

Viral +

chevron_left
chevron_right

Noticiero 9 +

chevron_left
chevron_right

Lo Último