Cada vez más mendocinos acuden a Cáritas. Voluntarios aseguran que el número se incrementa todos los meses como consecuencia de la pobreza. Sólo en la parroquia San Nicolás -ubicada en la Peatonal Sarmiento- le brindan asistencia a más de 1000 personas. La mayoría pide alimentos, ropa y hasta jabón de tocador.
La cantidad de personas que llega a la peatonal en busca de ayuda supera muchas veces la capacidad de las voluntarias; sin embargo, no dejan de atender los casos más urgentes. A diferencia del año pasado que se le brindaba alimentos, ropa y otros elementos a gente en situación de calle, hoy son cientos de familias de clase baja, las que aguardan en la puerta de la iglesia su turno para llevarse algo.
En distintos salones, van ingresando los inscriptos para buscar lo que precisan en los mesones. Entregan ropa de abrigo, calzado y alimentos, pero desde hace un tiempo hasta jabón y pasta de dientes. Algo que es solicitado por muchos.
Quienes trabajan en Cáritas desde hace tiempo se muestran sorprendidos y preocupados con la realidad que ven a diario. Afirman son cada vez más las personas que se acercan con necesidades.
Cuando comenzaron con la asistencia en esta parroquia se acercaban cerca de 65 personas por mes, terminaron el 2017 con 500 personas y hoy la cifra asciende los 1000.
Para colaborar, los interesados pueden acercarse a la Iglesia ubicada en Peatonal Sarmiento entre 9 de julio y España de Ciudad de 17 a 19 todos los días. Lo que más necesitan es ropa, sobre todo de abrigo, alimentos no perecederos y frazadas.
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