Claudia Serran es una mujer de Caleta Oliva, Santa Cruz, que está desesperada por que le arreglen el cartílago de su nariz. Lo perdió a raíz de un mal hisopado en agosto pero tiene que resolver urgente una causa judicial en Córdoba para volver a ver a sus hijas y en las condiciones en las que está no puede viajar.
Ella es acompañante terapéutico y en agosto se hizo un hisopado en una clínica privada para conseguir un trabajo con una mujer mayor.
“Me llamaron para tomar un servicio de una señora que estaba a punto de fallecer y los hijos no daban más con su cuidado. Tomé el trabajo con un compañero, que se hizo el hisopado en un hospital y el mío lo hicieron en un laboratorio privado en el cual cobraron diez mil pesos y lo pagó la hija de la señora”, contó al diario El Caletense.
“Me empezó a picar, a molestar. Me entregaron el negativo. Al pasar los días la molestia persistía, pero el doctor me dijo que era normal. Me salía una especie de sangre gelatinosa constantemente y se me estaba brotando la cara", contó cómo fue el proceso.
Al darse cuenta que tenía 4 o 5 centímetros de dilatación en las fosas nasales, fue a otro hospital y comenzó un tratamiento para intentar recuperar el cartílago pero los medicamentos no le hacían bien.
“No tengo el cartílago que tiene normalmente la nariz. Llegué a tener 18 mil glóbulos blancos, con una anemia crónica. Se me habían reventado todas las venas y soy alérgica a la penicilina, ya no recibía más antibióticos porque me lastimaron muchísimo los brazos”, indicó.
Debe someterse a una cirugía para recuperar su cartílago. El tema es que debe viajar con urgencia a Córdoba, donde sus hijas de 8 y 11 años se encuentran retenidas en un Juzgado. “Por este motivo es el apuro de la operación. Si se me vencen los plazos procesales no vuelvo a ver nunca más a mis hijas. Pero al tener la infección me dicen que todavía no me pueden operar. No me dan ninguna solución”, concluyó.