La historia de Roona Begum conmocionó al mundo entero por padecer una extraña y aterradora condición. La pequeña había sido diagnosticada con hidrocefalia, una enfermedad en la que la cabeza crece fuera de lo normal debido a la acumulación de líquido.
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El caso se hizo conocido en el 2013, cuando la familia, oriunda de una pequeña aldea de la India, dio a conocer la situación en la que se encontraba y acudió a la solidaridad de la gente para costear las cirugías y tratamientos necesario para que Roona sobrellevara su condición. La colaboración llegó de distintas partes del mundo.
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La niña en tan sólo 4 años recibió ocho operaciones craneales. Con un gran esfuerzo habían logrado reducir su cabeza, que había llegado a los 94 centímetro (dos veces más grande de lo normal para una niña de su edad), a 60 centímetros; sin embargo, cuando estaba a punto de someterse a otra cirugía falleció.
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La familia dio a conocer la noticia y anunció que la niña, de tan solo 5 años, murió en su casa, tras quejarse de tener dificultades para respirar.
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Unos días antes del deceso, la mamá de Roona le había dedicado un poema a su pequeña en Facebook:
“La palma sobre tu frente febril, los besos suaves cuando más los necesitas, el brazo fuerte que te sostiene en caminos empinados, la mano que te nutre, la voz que te dice que eres amada, la sombra que camina a tu lado incondicionalmente y para siempre; el amor de una madre”.
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