Cómo cada vez que sube el precio del dólar, este impacto se podría trasladar al precio de la carne. Los especialistas señalaron que el alza llegará a las góndolas porque la primera reacción de un empresario, ante saltos en el mercado, es tratar de trasladar a los productos los costos que se les vienen.
Actualmente, el kilogramo de lomo veteado está a $226; el lomo liso, a $200; el filet, a $180; peceto, a $180; vacío, a $200 y entraña, a $180.
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Ante estos precios, los carniceros explicaron que los consumidores están abaratando sus compras. En ese sentido explicaron que para realizar un asado se dejan de lado los embutidos y que los compradores eligen las ofertas, aunque la carne sea de menor calidad.
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Pero para disgusto de los consumidores de carne, las carnicerías señalaron que el lunes podrían modificar los precios de los principales cortes para compensar la inflación.
En contraposición, el presidente de la Cámara de la Industria de Carnes de la República Argentina (CICCRA), Miguel Schiariti, señaló que no le corresponde a los carniceros aumentar los precios.
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Por ello, habrá que ver cómo negocian el fin de semana para conocer si finalmente se concreta la suba en los precios de la carne.
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