Mascotas

Oso: el perrito con cirrosis que nadie adopta

Abandonado en la Ruta 40, su vida cambió cuando su rescatista tuvo la acción inversa que sus dueños originales, lo salvó de la muerte. Este tierno animal que ama los niños, tiene una especial condición de salud, una realidad que tristemente lo tiene recluido en una guardería, ya que nadie ha querido darle hasta el momento un hogar.

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Redacción ElNueve.com
4 de febrero de 2023 | 22:56

Hace 2 años atrás, Eleonora se disponía a cargar nafta en una estación de servicio, cuando vió a lo lejos que en plena Ruta 40 un animal era esquivado por autos. “La sangre se me congeló, pensé por favor que se apuren a cargar la nafta que debo subirme urgente al auto y rescatarlo. Lo único que rogaba y rogaba, era que resistiera y que sucediera el milagro que no lo atropellaran, me subí temblando a mi auto y a medida que me acercaba vi su cara con mayor claridad. Oso, hacía decidí llamarlo por su tamaño y su pelaje, me vió llegar y se corrió a la banquina, estaba tan flaco que cuando bajé y me dejó tocarlo, solo tocaba huesos. Era muy claro que este perrito tuvo un hogar, no tenía miedo a los humanos, no conocía el peligro de una ruta, pero sí estaba abatido por el hambre. Lo subí sin problemas al auto, siempre llevo alguna manta y me sentí feliz de haberlo sacado de ese infierno que era la ruta y los sonidos de los autos”, así relata la rescatista de Oso, como fue su primer encuentro con este perrito que solo irradia amor de sus ojos aún con pena.

Eleonora es una reconocida rescatista, y no tenía ninguna posibilidad de dejarlo en su casa, ya que como ella dice, “tengo tantos rescatados que no puedo sumar ni uno más porque no tendría yo donde vivir”. Fue por eso, que eligió en primer lugar pagar un tránsito para el perrito hasta que le encontrara un hogar, pero las cosas se complicaron. “Su panza empezó a inflamarse de tal manera que llegó a tener hasta 9 litros de líquido en la panza, producto de la enfermedad que le detectaron: cirrosis. Ahí comenzó todo un proceso hasta encontrar un veterinario que pudiera controlar esa producción de líquido, algo que se ha logrado. Aún cuando su condición respecto a la cirrosis, es irreversible.

“Osito ahora está perfecto, lo que evita que se le acumule el líquido es el alimento especial que come. Mientras él conserve la ingesta de su alimento para esta enfermedad y mantenga los controles, su vida será en términos de salud normal, como la de cualquier perro sano”, dice Eleonora. Pero…las personas que han considerado su adopción, han quizás tenido temor, por comprometerse en el cuidado de Osito y esto ha hecho que, hasta ahora, nadie haya querido adoptarlo. Por eso, sus días pasan en una guardería que paga mensualmente su rescatista, un lugar que no es un hogar con una familia, ni con los amados niños que tanto quiere Osito. “Él se vuelve loco con los niños, los ama, se ve que en su antiguo hogar había niños, no puede imaginar cuanto extraña este ser sintiente ese que fue su hogar y de donde lo tiraron como algo que no sirve. Se han perdido de un ser que solo irradia amor, él tiene una mirada que literalmente te habla, siempre me voy llorando cuando voy saludarlo y debo irme. He publicado tantas veces su adopción, pero ni un solo llamado, igual jamás he perdido las esperanzas de verlo en un hogar rodeado de niños”, concluye su heroína, su rescatista.

Oso se entrega solamente a una familia que quiera asumir esta responsabilidad, la de cuidar a Oso como un miembro más de la familia. Se entrega además con los gastos de alimento cubiertos de por vida y los controles que se le realizan periódicamente. Solo busca un hogar donde lo amen y solo busca, dejar de vivir eternamente en una guardería. Si sos vos quien desea adoptar a OSO, podés comunicarte al 2612411486.

 

 

 

 

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