Familia/Crianza

Niños y mascotas: ¿cómo lograr una crianza responsable?

Son muchas las personas que llevan al hogar un cachorro o perro adulto para que conviva con los niños de la casa. Sin embargo, como ser sintiente que es el animal, es fundamental enseñarles a los más pequeños el respeto, la responsabilidad y amor que conlleva una mascota.

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Redacción ElNueve.com
16 de diciembre de 2022 | 09:46

No importa cuántas veces se aclare, aún el “chip” de entender y empatizar con perros y gatos como “seres sintientes”, y no como “los chiches de la casa” no echa raíces en todas las personas adultas, como para poder superar el capítulo de una tenencia responsable y afectiva. No es extraño ver muchas veces como padres y madres adoptan un cachorro cuando tienen un bebé, o niños pequeños con el afán de que compartan el crecimiento y el entretenimiento mutuo.

Sin embargo, la vida no es una película, y tanto el animal como el niño necesitan su espacio entendiendo que el primero no es un juguete del segundo.

Como explica el médico veterinario Mario Lombino “el periodo de adaptación del perro a la socialización es hasta los 4 meses de edad. Si se crio de cachorro junto a los niños de la casa se va a ir acostumbrando a lidiar con ellos y a sus movimientos. Resulta más sencillo que se adapte mejor a la presencia del niño. Eso no implica que sea un juguete.

- ¿Qué pasa cuando se adopta un perro grande?

Allí hay que ser cuidadoso y respetuoso aún más del animal que al llegar grande, de otro lugar a una casa con niños, los movimientos más torpes y bruscos de los pequeños puede afectarlo generando una reacción ya que es muy posible que se sienta estresado. Hay que educar tanto al niño como al animal.

- ¿Qué implica esto?

Por ejemplo, que cuando los niños están con un animal adulto, no importa la raza si es chica o grande, tiene que estar bajo la supervisión de un adulto mayor, para de esta manera ver si el perro muestra alguna señal de incomodidad, molestia, o si el niño lo está avasallando sin querer. También en caso de que el animal sea muy cachorro, y el niño al ser muy pequeño no medir los movimientos, ni si lo tira sin querer por alzarlo.

Señales de incomodidad: el que avisa no traiciona

Según argumenta Lombino las señales de amenaza son más claras: por ejemplo, gruñir, mostrar los dientes. Sin embargo, hay señales previas en las que el animal demuestra que no está cómodo con la situación: por ejemplo, cuando bosteza de manera seguida, se sacude por completo o quiere evitar el contacto cuando el niño se le tira encima, babea o se le seca la boca algo que se nota por su estado de nerviosismo. Son señales que anteceden a un gruñido, y es el adulto el que tiene que saber ver esto, para que tanto perros como niños se adapten mutuamente, pero de manera respetuosa y sin invadirse.

- ¿Qué pasa con los límites?

Siempre son buenos para las mascotas y para los humanos. Las mascotas cuando recién se van familiarizando con el hogar pueden llegar a romper cosas, a generar líos sin querer o ensuciar. Y es allí desde la responsabilidad y el amor que debemos ser capaces de educarlos para ponerles límites sanos.

- ¿Cuando un perro muerde, es porque no supimos ver las señales y cuidar su espacio?

-Totalmente, es raro que un perro muerda de manera traicionera, hay señales previas de algo que se fueron generando por algo que le están haciendo, o algo que lo perturba, aunque sea sin querer. Una cosa es el temperamento (lo que se hereda) y otra es el carácter (lo que uno puedo modificar y forjar en el tiempo. Por ello un animal que va a agredir en algún momento avisó y no le prestamos atención. Desde cachorros hay que ayudarlos a que por ejemplo el juego no sea morder, o a hacerlo enojar ya que cuando el animal sea un adulto va a tomar como normal este tipo de comportamiento, que claramente no vamos a querer que tenga.

Hay que entender que el animal es un ser sintiente, hay que dedicarle tiempo, amor, recreación y espacio. No es un juguete sino parte de la familia, y desde el más chico al más grande tiene una responsabilidad para con él.

Lo ideal es que los chicos tengan una mascota a partir de los 7 años en adelante, en donde se comparte aprendizaje, juego, límites, y cuidados entre ambos.

 El profesional estuvo con el equipo de Cada Día. ¡Mirá la nota!

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