En No Culpes a la Noche recorrimos la leyenda del Futre. Una historia que nació en Puente del Inca y Uspallata y que se extendió por otros puntos de Mendoza.
Esta leyenda surgió en la época en la que se construía el Ferrocarril Trasandino, es decir entre los años 1886 y 1909, probablemente hacia principios de este siglo.
El guía de montaña, Martín Cavallo, señaló que en la cultura popular de Uspallata, un fantasma muy bien vestido aparecía llevando entre las manos su cabeza cubierta con elegante galera.
De hecho, futre, si bien deriva del francés foutre, es un americanismo y andinismo que significa: “elegante, vestido con atildamiento, petimetre, lechuguino”.
Una versión señala que el futre sería el fantasma de un inglés que, tras haberlo perdido todo en la sala de juego del hotel de Puente del Inca, salió en plena noche vestido de frac y se perdió entre las montañas nevadas.
En la Cultura popular existe otra versión consignada por el antropólogo argentino, Adolfo Colombres, que dice que se trataba de un hombre humilde que trabajaba en el Ferrocarril, que fue asesinado y luego decapitado por el amante de su esposa, en la estación de Puente del Inca.
La tercera versión es la del destacado escritor mendocino Juan Draghi Lucero quien señala:
"El Futre es el fantasma más notable de Mendoza. Se generó en la época en la que se construía el ferrocarril trasandino: Para llevar a cabo esa obra monumental, los directores del ferrocarril conchabaron gran cantidad de obreros chilenos, porque el chileno generalmente tiene más propensión a los trabajos cordilleranos, que el peón argentino. Ocurrió sin embargo que los sábados, cuando se hacía el pago quincenal, en Uspallata sobre todo, se producían muertes y muchos hechos de sangre".
y añade: "Poco a poco, se fue generalizando la popularidad de este personaje extraordinario que hoy se conoce con el nombre de El Futre. El vocablo proviene de un chilenismo que significa hombre elegante".
"Precisamente la leyenda cuenta que un hombre muy elegante desvalijaba a los peones chilenos de su cobranza semanal. Este ladrón robaba con tal maestría que no era advertido por sus víctimas [...]", señala
Y concluye: "Con el tiempo ocurrió que alguien mató o creyó matar a este famoso Futre. Se dice por ahí que lo enterró en la parte trasera del cerro Tolosa, junto con el dinero que había robado. Desde entonces quedó viva su leyenda".
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