Máximo Thomsen es uno de los rugbiers condenados a cadena perpetua por el crimen de Fernando Báez Sosa, el adolescente ultimado a trompadas y patadas el 18 de enero de 2020 a la salida de un boliche en Villa Gesell.
En los últimos días, las autoridades penitenciarias y sus allegados han manifestado preocupación por su estado psicológico.
Quienes están con él a diario aseguran que se las pasa llorando, que está todo el día leyendo la Biblia y que dice que nadie lo quiere y que su vida ya no tiene sentido. Además, se habría producido un distanciamiento con el resto de los rugbiers.
Tanto los familiares como el personal del servicio penitenciario temen que atente contra su vida.
Mientras el Tribunal leía la sentencia, Thomsen se descompensó y tuvo que ser asistido por los guardias. En el momento en el que estaban lo estaban condenando se desvaneció y sus familiares tuvieron que pedir asistencia médica para el joven.
Máximo Thomsen, Ciro Pertossi, Enzo Tomás Comelli, Matías Benicelli y Luciano Pertossi deberán cumplir prisión perpetua. En tanto, Blas Cinalli, Ayrton Viollaz y Lucas Pertossi deberán estar 15 años en prisión.
Los jueces María Claudia Castro, Christian Rabia y Emiliano Lázzari establecieron:
La Justicia los condenó como coautores penalmente responsables del homicidio doblemente agravado con alevosía y por lesiones leves a los amigos de Fernando.
En tanto para el resto, los jueces consideraron:
La Justicia los consideró como partícipes secundarios del homicidio doblemente agravado con alevosía y por lesiones leves a los amigos de Fernando.
Máximo Thomsen: "Quiero pedir disculpas a la familia, se que no alcanza. Ojalá pudiésemos volver el tiempo atrás. Estoy muy arrepentido. Siempre vamos a acatar lo que nos digan".
Máximo Thomsen pic.twitter.com/glvYW2qXEP
— Rústico ⭐⭐⭐ (@lautarojl) January 26, 2023