El príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron este domingo el nacimiento de su hija Lilibet Diana Mountbatten-Windsor, en California, tras un año de agitación en la familia real británica.
“Lili se llama así en honor a su bisabuela, Su Majestad la Reina, cuyo apodo familiar es Lilibet. Su segundo nombre, Diana, se eligió en honor a su querida y difunta abuela, la princesa de Gales”, anunciaba el comunicado de la feliz pareja, para presentar a su hija recién nacida.
La pequeña, segunda hija de la pareja, y octava en la línea sucesoria del trono británico, nació en Santa Barbara y ya está en su casa.
Harry y Meghan (que viven cerca de Los Ángeles, con su pequeño hijo Archie) tras renunciar a sus funciones en la familia real a comienzos del año pasado, se mostraron felices, luego de haber transitado por duros momentos que develaron en una entrevista exclusiva con Oprah Winfrey. La misma desató la mayor crisis de la familia real británica desde la muerte de la madre de Enrique, en un accidente de auto en París en 1997.
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La entrevista de dos horas con Oprah Winfrey fue vista por más de 11 millones de estadounidenses y 17 millones en Reino Unido.En ella Enrique y Meghan dijeron que el racismo fue parte de su decisión de abandonar el país. Incluso contaron que un alto funcionario de la realeza especulaba sobre cuán oscura podría ser la piel de sus hijos, entre otras durísimas denuncias contra la familia real. Esto hizo que los Duques de Sussex rencunciaran temporalmente a sus privilegios y obligaciones reales, en marzo del año pasado pasado, con el fin de trabajar para volverse financieramente independientes. Desde ese entonces viven en California.
¿Será el nacimiento de la pequeña Lilibet Diana, una manera de acercarmiento entre la familia real y los duques de Sussex? Habrá que ver si es algo que la pareja quiere en realidad.
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