Una beba de un año y medio murió luego de ser picada por una araña de rincón en la ciudad bonaerense de Lincoln. Pese a que recibió el antídoto correspondiente, falleció por una falla multiorgánica producida por el veneno del arácnido.
La triste noticia trascendió hoy en los medios de comunicación pese a que ocurrió el pasado 9 de octubre.
Ese día la pequeña no paraba de llorar, nada la calmaba. Por eso su madre la llevó al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) de Junín. La médica que la atendió no encontró nada extraño en su cuerpo y le administró un analgésico, paracetamol y la envió a su casa.
Con el correr de las horas, la pequeña comenzó a presentar una hinchazón en la zona del mentón y parte superior del tórax. Sus padres volvieron a ir al hospital y los médicos le hicieron una radiografía y un análisis de laboratorio. Ahí se determinó un "proceso infeccioso importante".
El secretario de Salud de Lincoln, Jorge González, dijo que en la mañana esa "lesión de no tener aspecto de nada, ya tenía aspecto azulado en esa zona inflamada, que por la evolución si parecía tratarse de una picadura".
Desde el nosocomio se comunicaron con el Centro Provincial de Toxicología del Hospital Sor María Ludovica de La Plata, que derivó el caso al Cetroprox. Desde informaron que podía tratarse de un cuadro de Loxoscelismo (se producen cuando pica la araña Loxosceles, popularmente conocida como "araña de rincón").
Tras esta información, inmediatamente se le suministró el antídoto a la pequeña, pero falleció horas después.
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