Leopardos, cebras, jirafas, pitones, tigres...Las estampas encuentran cada vez más y mejores variedades a la hora de pensar en el "animal print". Con toques más o menos selváticos, y la colorimetría de los materiales intervenidos trascienden las barreras del tiempo y de la geografía para convertirse en un fenómeno global. Se manifiesta en innumerables colecciones, desde prendas de vestir como bikinis, enterizas e indumentaria y accesorios hasta elementos decorativos para el hogar, alfombras y, sobre todo, en abrigos que desfilan en la pasarela de la elegancia.
El animal print está presente hace siglos en la indumentaria, y era utilizado inicialmente para denotar poder y como elemento de diferenciación, incluyendo las pieles utilizadas por la realeza. Nunca dejó ni dejará de estar presente en la moda”, opinan los especialistas. “Si bien no era de lo más común a inicios del siglo XX, para la década del ‘30 se empezó a observar el animal print sobre todo como consecuencia de la película Tarzan. Desde entonces, fue adaptándose a las tendencias en cuanto a cortes y prendas de cada época, por ejemplo marcando la figura en la década del 40", aclaran.
Y el camino fashionista fue construyendo sin prisa, pero sin pausa una tendencia que se proyectó al mundo a través de las redes sociales y la celebrities o famosas que acercaron desde el otro lado de la pantalla, "esa tendencia primitiva".
En general, la moda femenina comenzó a ser más provocadora en los años 20, cuando las mujeres reclamaban prendas más versátiles y atrevidas que les permitieran mayor movilidad y libertad. Así los dobladillos se elevaron, las siluetas dejaron de ser tan rígidas y los estampados comenzaron a aparecer por doquier, incluyendo el animal print.
Una década después, en los años 30, este estampado conquistó a estrellas de cine como Carole Lombard, Marlene Dietrich, Bette Davis y hasta la mismísima Dolores del Río. Durante la II Guerra Mundial (1939 – 1945) la moda fue golpeada por la realidad de una sociedad que debía apegarse a la austeridad y mujeres que se integraban a la fuerza laboral para sostener sus hogares, así que perdimos de vista este estampado por un buen rato.
Pero el glamour resurgió alrededor de 1947 con el llamado “New Look” de Christian Dior, quien incluyó el estampado de leopardo en múltiples diseños suyos y lo popularizó nuevamente.
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