Psicología/ciberseguridad

Menores y exposición en redes: alerta rojo

¿Por qué puede resultar peligroso exponer a los chicos, bajo la lupa de las redes sociales? Todo lo que tenés que saber.

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Redacción ElNueve.com
26 de julio de 2023 | 16:43

Lo vemos por todos lados, casi como una moda y con un sentido de orgullo en el que muchos padres y madres, replican las acciones de sus influencers favoritos a la hora de mostrar algo gracioso o tierno de los más chiquitos del hogar.

En la tina de baño, en la ducha, vestidos de forma vistosa o hasta balbuceando a cámara. Todo parece poco a la hora de mostrarlos desde que despiertan hasta que se duermen (incluso cuando duermen). La pregunta cabe más que nunca: ¿Somos conscientes de lo peligroso y complejo de esta insistencia y exposición 24/7, para los bebés o niños pequeños?

Como apunta la especialista digital Carolina Raspo, “las redes tienen un valor inmenso para el trabajo y simplificar múltiples aspectos de la vida, sin embargo, un mal uso de las mismas, pueden resultar verdaderos peligros para los que más amamos"

- ¿En qué sentido?

Todo lo bueno que tienen las redes, conllevan muchos riesgos a su vez por el mal uso, como es exponer imágenes y contenidos de personas que no tienen el poder de decisión ni consentimiento arriesgándonos a mucho. Hay que internalizar que los menores de edad están en pleno momento de desarrollo, vulnerables a todos los peligros del universo digital. No considero que haya que hablar en términos de redes buenas o malas, sino de tener criterio como adultos de qué límites y cuidados tener a la hora de subir contenido a las redes sociales. Plantear reglas internas del círculo familiar acerca de qué se sube y qué no resulta vital. Y una vez que el menor puede opinar preguntar si realmente desea que se suba contenido sobre él, o ella. Lo ideal es esperar que tengan la edad, para que tengan voz y voto sobre sí mismos.

- ¿Cuál es la preocupación recurrente de la familia cuando suben algo?

El hecho de la huella que va quedando de todo lo que se postea y la información que se desnuda de las misma. Hay que entender que esas imágenes o videos que subimos pueden ser utilizadas para destinos más oscuros y complejos. Pensemos sin ir más lejos en redes de pedofilia, o grooming (acoso sexual de una persona adulta a una niña, un niño o un adolescente por medio de internet).

El niño en el centro de todo

Con la consolidación del uso de las redes sociales hay muchas costumbres que cambiaron y tener un hijo es una historia por contar.Algunos niños no han nacido y ya tienen una vida en las aplicaciones con fotografías de sus ecografías, de las habitaciones donde van a dormir, los juguetes que van a usar y hasta perfiles con sus nombres.Este tipo de actividad se le conoce como sharenting y se usa para toda publicación de fotos y videos que hacen los padres sobre los hijos haciendo pública su vida privada. “Sus hijos no le pertenecen y los papás y las mamás son los guardianes de la información de sus hijos”, asegura Judy Benavides, jefe del Centro de Internet Seguro Viguías de Red PaPaz.

Una visión que es clave entender desde el inicio para darse cuenta de las implicaciones que se generan al momento de subir una foto. Riesgos que ESET, empresa de ciberseguridad, clasifica en tres tipos:

- Impregnación de la huella digital: Se crea un perfil en internet de alguien que todavía no ha decidido estar allí, sin importar que el contenido no tenga nada de malo. Toda foto o video que se suba va a quedar allí y va a formar un rastro digital, lo que implica que cuando crezca se va a asociar a cuentas que cree.

- Explotación sexual: No es necesario que el contenido tenga algún tipo de carácter ilegal para que alguien desconocido las tome y las distribuya con ese objetivo. Para hacerlo, algunos editan las fotos tomando el rostro de los menores o entregándolas a otras personas.

- Robo de identidad: Hay cuentas que toman las imágenes de los menores y los hacen pasar como hijos suyos por diferentes motivos.

Lo que pone en el panorama dos problemas: por un lado, la seguridad de los niños y por otro,  su privacidad. Sobre este último, las implicaciones pueden ser muy amplias, desde crear la identidad de una persona que no sabe que eso está pasando, hasta casos de bullying o acoso.

La profesional fue entrevistada en Cada Día, mirá la nota.

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