El Servicio Meteorológico Nacional informó que en Mendoza rige una alerta amarilla por una ola de calor. La alerta es en el Gran Mendoza y en la zona norte de la provincia.
El Valle de Uco tiene una alerta verde, que no tiene efecto sobre la salud, y en el Sur directamente no hay alerta.
Esta alerta rige por lo menos por 24 horas y Las olas de calor pueden ser muy peligrosas, especialmente para grupos de riesgo.
En ese sentido, la temperatura máxima en Mendoza rondará los 34º centígrados y se espera que para el jueves llegue a 40º.
El Servicio Meteorológico Nacional señaló que la ola se declara cuando calor continúa en el tiempo y aumenta así el exceso.
Al ser alerta naranja, esta ola de calor puede ser peligrosa, sobre todo para los grupos de riesgo: bebés y niños pequeños, mayores de 65 años y enfermos crónicos.
Según el organismo, una ola de calor se define como un período en el cual las temperaturas máximas y mínimas igualan o superan, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, ciertos umbrales que dependen de cada localidad.
Esos umbrales se establecen en base al denominado Percentil 90 (P90), que también puede verse como la temperatura por encima de la cual uno se encuentra dentro del 10% de temperaturas más altas para ese lugar, acorde al registro histórico cada localidad.
Superado ese umbral, se considera que una temperatura es extrema.
La ola de calor se puede pronosticar unos días antes de que se desate y el nivel de alerta marcará la intensidad de las medidas de prevención necesarias.
Las consecuencias para la salud pueden ser de mayor o menor gravedad, dependiendo del estado de salud general de cada persona, del tipo de alerta y de las medidas preventivas que se tomen, según el caso:
Las olas de calor pueden agravar o potenciar la aparición de una variedad de enfermedades e impactos en la salud. Por ejemplo, puede provocar el infarto del miocardio y especialmente, enfermedades diarreicas.
La diarrea es la segunda causa de mortalidad de niños en el mundo (debido a la deshidratación, principalmente). Por eso es importante estar alerta si hay diarrea especialmente en los bebés y niños.
Los alimentos frescos (frutas, verduras o carnes), así como los enlatados y embotellados, pueden verse afectados debido a las altas temperaturas.
Dicha alteración puede descomponer los alimentos y bebidas y volverlos tóxicos y no aptos para su consumo.