“Marqui, la mosca de alas grandes” un libro entrañable

Un cuento donde el color abraza apenas el cuento se hace presente a la vista, un cuento donde se tocan temas como el compañerismo y la tan necesaria solidaridad, un cuento que escrito por la mendocina Ana Sol Gil e ilustrado por su pequeño hijo Franco Romagnoli de solo 7 años, una construcción de amor que se lanzó con el nombre “Marqui, la mosca de alas grandes”, con encuadernación de Editorial Chimanga y ya disponible a través del 2616 29-9824 o por mail a Soledadgil@hotmail.com.

Ana Sol tiene la grata costumbre de leerle cuentos a su hijo antes de dormirse, cuando creó la historia de “Marqui, la mosca de alas grandes”, el nombre (Marqui) lo eligió mi hijo. El cuento trata de esta mosca que tiene unas alas muy muy grandes y que son de todos colores. Y en el pueblo donde vivía, esta mosca llena de diversidad toda la comunidad. Entonces las otras mosquitas, que son más chiquitas que ella, disfrutan mucho de los colores que irradia Marqui y que además puede volar muy muy alto hasta casi tocar el sol. Es una historia que se trata de solidaridad, de compañerismo, porque algo le sucede a Marqui un día que está volando, se le acerca una tormenta, una nube muy negra, que parecía un barco pirata y Marqui corre peligro. Entonces, las demás tienen que ayudarla, hay una actividad que se vincula con nuestras redes incondicionales. Las redes a las que acudimos cuando nos pasa algo, cuando necesitamos ayuda, cuando nos sentimos mal”.

“Este es mi primer libro y la historia se me fue ocurriendo mientras se lo inventaba a mi hijo. Fue como sucediendo la historia sola y no la tenía pre-pensada, se la fui relatando y empezó a volar mi imaginación y el cuento sin saberlo lo estábamos cocinando con mucho amor”, dice Sol. Además, no solo que el cuento surgió por ese momento de mamá e hijo en una charla donde la imaginación surge como un entretenimiento creativo, sino que además el pequeño Franco tomo papel y lápices y fue encontrando las formas y colores para el relato. “A él le gusta mucho dibujar y cuando publicamos el libro hicimos todo un tratamiento con sus dibujos y sus imágenes, quedó como lo imaginamos, con esa impronta de un niño para las infancias que lleguen a él”, agregaba Sol destacando que “es un libro de colores y de diversidad”.

Ana Sol Gil, la autora de “Marqui, la mosca de alas grandes”, es Licenciada en comunicación social, le gusta mucho escribir, es investigadora del CONICET, docente en la UNCuyo. Escribe desde muy pequeña, pero esta fue la primera vez que se animó a publicar, quizás porque lo hizo sostenida por su pequeño gigante, su hijito Franco. “Las devoluciones que me hacen lectoras y lectores del libro son hermosas. Primero que es un cuento simple, de lectura ágil, simple, pero con un mensaje muy profundo, tiene algunos guiños para descubrir, los niños y niñas se quedan muy contentos y lo quieren volver a leer y a leer y a leer es parte de lo que me cuentan las familias. Más allá que está destinado a infancias, pueden conectar con él personas de cualquier edad, además el cuento incluye una pequeña actividad final de reflexión. Hace muy poquito lo presenté en una escuela primaria, fue muy conmovedora para mí la recepción de los chicos y chicas, atentos, muy curiosos, preguntando”, dice con gran alegría su autora.

Respecto al proceso hasta poder publicar el libro, la autora cuenta que “fue largo porque primero lo escribimos, lo dibujamos, pero después nos costó encontrar la manera de publicarlo. Pero descubrimos que en Mendoza hay muchas editoriales independientes. Finalmente le presentamos el proyecto a Editorial Chimanga y ellos se entusiasmaron y confiaron en el proyecto. Hay un gran trabajo previo de edición, de maquetación entre la editorial y la autora, de corrección, de toma de decisiones, tamaño de letra, márgenes, tiene hojas de colores, entonces tuvimos que definir qué colores usamos, cómo tratamos las imágenes, etcétera. Desde su primera salida, el libro ha tenido una muy buena recepción. Tuvimos que imprimir varios más, muchos varios más. Y bueno, ahora para fin de año me pareció que estaba bonito volver a recordarlo como regalo para las infancias y no tanto, te diría. Pero sí, sobre todo para las infancias, como un muy lindo regalito de amor en estas fiestas y de paso pueden apoyar a los hacedores independientes.