El presidente, Mauricio Macri, fue el protagonista principal del acto oficial por el 202 aniversario de la Declaración de la Independencia argentina. El Presidente, aprovechó su presencia y ofreció un discurso sobre la gestión del Ejecutivo nacional.
"Estamos pasando una tormenta fruto de muchas circunstancias: temas de nuestra propia gestión, externos y políticas del gobierno anterior", admitió.
Y agregó: "Comparto las angustias del momento, pero estoy seguro de que vamos a llegar al país donde todos podamos realizarnos. El rumbo del barco está claro, sigue siendo el mismo".
Durante el homenaje a los próceres de 1816 en la Casa Histórica, el jefe del Estado dijo estar seguro de que su administración "está haciendo las cosas bien". "El mundo lo comprende y por eso nos acompaña. El cambio está empezando a producir resultados y pronto veremos cómo crecen", señaló y agregó: "No nos quedemos a mitad de camino".
En ese marco, Macri les envió un mensaje a los dirigentes de la oposición. "Este no es el momento de oportunismos y demagogias, de ser egoístas. Superemos la tendencia de algunos de ver cómo las cosas pueden salir mal", resaltó.
Y continuó: "Hay que ser optimistas. Es momento de trabajar juntos, hombro con hombro, para que el país pueda salir de esa historia de crisis recurrentes que tanto nos lastimaron".
El jefe del Estado no estuvo presente en el Tedeum en la Iglesia Catedral, que fue oficiado por el arzobispo de Tucumán, Carlos Sánchez. En lugar de Macri asistió la vicepresidenta Gabriela Michetti. "El aborto es la muerte de un inocente", dijo Sánchez, en un nuevo pronunciamiento enérgico de la Iglesia frente al inminente tratamiento de la iniciativa en el Senado.