La zona roja de Ámsterdam, lugar famoso porque las prostitutas se exhiben en vidrieras, inició un plan de remodelación para proteger la intimidad de las trabajadoras sexuales y disminuir la congestión.
La Municipalidad del Distrito Rojo, decidió prohibirles a las empresas que ofrecen tours turísticos que sus clientes permanezcan frente a las vidrieras de las mujeres.
De ahora en más, según la nueva disposición, deberán situarse de espaldas a la ventana, sin mirarlas de forma continua y mostrando una actitud respetuosa. Tampoco se les permitirá gritar ni dirigirse a ellas de forma vulgar, como tomar fotografías.
La reglamentación también prohíbe a los tours que incluyan el consumo de drogas y alcohol. Tampoco, podrán dejar de que los turistas se paren en los puentes o las entradas de las tiendas en horario de apertura.
Las normas se aplicarán a los grupos a pie y en bicicleta, en los que participen más de cinco personas. Además, se prohibirán las visitas de más de 20 viajeros.
Los guías independientes y las compañías que no acaten estas reglas o no tengan la licencia especial requerida para pasear por el barrio se enfrentarán a duras multas, aseguró el Municipio.
El objetivo es transformar el Red Light District en un lugar más familiar y atractivo para los inversores.
Además, la nueva disposición que entrará en vigor en abril, pretende reducir la congestión de la zona, por donde circulan 31 mil visitantes a la semana, y evitar que los paseantes intimiden a las trabajadoras del sexo.