Los propietarios de taxis reclamaron un incremento del 40% de la tarifa. Afirman que en lo va que del año no aplicaron ninguna suba, mientras que los costos subieron más de un 45%.
Desde la asociación que nuclea a los propietarios de taxis (Aprotam) plantean que, desde octubre del año pasado, no se aplica una suba en las tarifas de los taxis.
En aquel entonces, el aumento fue del 20% y, según dicen, no les permitió absorber los porcentajes de la inflación ni tampoco el incremento de los insumos que superó el 45%.
Es por eso que confeccionaron un nuevo estudio de costos que presentaron a la secretaría de transporte y, en función de los números arrojados, están reclamando una suba del 40% en la tarifa. Suba que sólo les permitiría cubrir los costos.
Según plantean desde Aprotam, no sólo hay un desfasaje en el valor, producto de la inflación y el aumento de los costos; sino también en relación con Buenos Aires, donde se registran dos aumentos por año y es precisamente a lo que apuntan.
Desde Aprotam esperan que, en breve, el Gobierno convoque a audiencia pública (participaron integrantes de Aprotam, funcionarios del gobierno y organizaciones de la sociedad civil) y se avance en esta suba que, de aprobarse, la bajada de bandera pasaría de $16.80 a 23.50 y la ficha cada 80 metros de 0.88 centavos a $1.20.
Sin embargo, desde el Gobierno mantienen por ahora la cautela. En tanto, para los choferes se trata de una medida necesaria que, en general, consideran no impactará severamente en el bolsillo de los usuarios, pero tampoco en el de ellos.
Para los choferes el incremento de la tarifa es necesario; pero no la única solución, sobre todo si ese aumento no se traduce en sus salarios o en mejores condiciones aborales.
Ahora, entre los propietarios y los taxistas, están los usuarios. Algunos evaluarán costo-beneficio, otros ya están resignados y unos tantos directamente no viajarán más en taxi.
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